Desde que un grupo de diez jóvenes decidiera adentrarse aquel 11 de abril de 1968 en una sima del macizo de Ardines, Tito Bustillo se ha convertido uno de los grandes emblemas, no solo de Ribadesella, sino de todo el oriente de Asturias. Hoy, 50 años después de su descubrimiento, su valor histórico y cultural es incalculable, y las asociaciones y personalidades del concejo son conscientes de la importancia de este patrimonio.

La alcaldesa riosellana, Charo Fernández Román, dice que Tito Bustillo es un monumento "de suma importancia" para todos los vecinos y que todos deberían sentirse "orgullosos" de tener "un recurso de primer nivel cultural y turístico" en el municipio.

Y, desde luego, con ella coinciden algunas de las principales asociaciones culturales del lugar. José Manuel Rodríguez Miranda explica que la Sociedad Etnográfica de Ribadesella siempre le ha dado a la cueva una "importancia máxima", hasta el punto de que la propia creación de la asociación se debió, en parte, al deseo de sus miembros de reconocer el mérito de sus descubridores. "El pueblo no es plenamente consciente de la joya que es la cueva, viene gente de todo el mundo por ella", comenta. De la misma opinión es Alejandro Criado, presidente de la Asociación Cultural Amigos de Ribadesella, quien la califica como "el buque insignia del Oriente". "Hay que cuidar la cueva y su entorno, es toda una institución", opina.

Alejandro Barrero, de la Asociación de Peregrinos de los Caminos del Norte (Apecan), va más allá y sitúa a Tito Bustillo como "uno de los cinco elementos primordiales en el estudio de la Prehistoria". Para él, "no se puede pensar en Ribadesella sin Tito Bustillo ni el macizo de Ardines", y por eso cree que deberían dedicarse más fondos y más esfuerzos a descubrir los secretos que aún oculta. "Hay un antes y un después del descubrimiento de Tito Bustillo", remata.

Ana Fernández, presidenta de la Asociación Cultural Iglesia de Moru, cuenta que el colectivo que preside tiene el objetivo de "proteger el patrimonio y fomentar su disfrute". "Que en una villa tan pequeña tengamos un patrimonio tan grande es muy importante", opina. Por eso cree que es deber de las asociaciones riosellanas que la gente "valore el patrimonio y lo difunda".

Pero la cueva de Tito Bustillo y todo lo que compone su entorno no es solo un gran valor cultural. Además, es un reclamo muy importante para un concejo en el que su mayor fuente de riqueza proviene del turismo. Por eso, Sabino Martínez, presidente de la Asociación de Alojamientos de Turismo Rural de Ribadesella (Aritur), comenta que es "una referencia" pero sostiene que "no se le da la promoción que merece", sobre todo siendo un emblema para el concejo. "Tito Bustillo para Ribadesella es como la torre Eiffel para París, un emblema", apunta, y sostiene que Asturias no sólo es un paraíso natural, sino también "un paraíso cultural".