La campaña de arranque de ocle en el Oriente de Asturias terminó ayer con la extracción de las 1.300 toneladas de este tipo de alga, según ha confirmado el director general de Pesca Marítima, Francisco González.

Así, la campaña ha finalizado con más de medio mes de antelación, ya que la extracción estaba autorizada hasta el próximo 30 de septiembre, pero las buenas condiciones del mar en las últimas fechas han hecho que se pudiera dar un salto importante y acortar sensiblemente los plazos.

Según los datos oficiales, en la presenta campaña, que se ha desarrollado entre Cabomar (Nueva de Llanes) y Tinamayor, en Bustilo (Ribadedeva), han participado ocho barcos autorizados y unas cuarenta personas entre marineros y buceadores. De estas embarcaciones, tres tienen base en el puerto de Llanes, otros tres en el de Bustio y los dos restantes en el de Ribadesella. Por lo tanto, cada barco ha extraído de media unas 150 toneladas de ocle.

El año pasado, cuando la Dirección General de Pesca autorizó la vuelta a esta práctica después de estar prohibida durante treinta años, no se alcanzó el cupo, quedándose la campaña en 1.267.360 kilos de algas en mojado. Algo que contrasta con la prontitud de este año, en el que González cuenta que la buena mar durante julio y agosto "ha permitido un trabajo más eficiente". Ahora, los compradores deben encargarse del secado de las algas para después venderlo a las empresas que lo utilizan como materia prima.

En cuanto a la campaña, el organismo encargado de supervisarla, el Centro de Experimentación Pesquera (CEP), "ha podido controlar con exactitud y en tiempo real su desarrollo a través de los controles llevados a cabo por buceadores, y realizar el seguimiento de los barcos por dispositivos GPS y aportar información sobre la actividad de los propios barcos", ha contado el director general. Ahora, el mismo organismo debe hace un seguimiento basándose en los datos, sobre la recuperación de los campos en los que se ha trabajado.