La recuperación de la capilla de Güerres está cerca de ser una realidad. Lo que comenzó como una "locura" de unos pocos vecinos que se resistían a ver cómo su patrimonio se perdía en el olvido para siempre, ha ido sumando adeptos y el templo consagrado a Santa Catalina de Alejandría ya ha podido recuperar varios de sus elementos originales, a la espera de ver completadas todas sus obras este mismo año.
Así, el cambio más grande que ya pueden observar los vecinos en su antigua capilla, cuyas primeras referencias datan del siglo XVI aunque se cree que es incluso más antigua, es el nuevo tejado, pues hasta hace poco tiempo su interior se encontraba completamente a la intemperie. "Se techó de la forma en que estaba originalmente, con madera por dentro y con tres hileras de tejas por fuera", explica el presidente del colectivo encargado de la recuperación del templo, Javier López. Además, tras la limpieza de las paredes y otros trabajos, también se encontraron con otras sorpresas. "En el siglo XVIII la capilla tuvo una reforma y redujeron el tamaño de la puerta, pero al hacer obra descubrimos que en realidad tenía un arco de medio punto con dos capiteles, así que recuperamos su imagen original", explica López.
Aún queda mucho trabajo, como la limpieza a fondo de todas las paredes, ya que presentar una capa exterior que hay que eliminar, o poner nueva piedra en el suelo, pero los vecinos ya sienten la capilla como suya de nuevo y eso se demuestra con las numerosas acciones que están llevando a cabo. Destaca, por ejemplo, la sextaferia que se organizó para limpiar de maleza y volver a abrir el tramo del Camino de Santiago original que discurría por delante del templo de Güerres o la recuperación de la cofradía de la capilla, de la que existen listas de cofrades hasta el año 1859 y que actualmente "ha pasado de tener solo 17 cofrades a 53". "Cuando empezamos, no sabíamos en qué nos estábamos metiendo, pero merece la pena", apunta López. Así, los vecinos pronto podrán disfrutar de su capilla completamente restaurada, pues las obras deben terminarse en octubre para no perder la subvención recibida de los fondos europeos. De momento, para abrir boca, ya celebraron una misa el día de Santa Catalina.
