Avall celebra la decisión del Supremo sobre la Talá: "Luchamos contra viento y marea"

"Fueron casi cuarenta años muy duros, toca olvidar malos momentos", dice el colectivo tras confirmarse que la Sareb no podrá hacer 400 chalés

Vista parcial de La Talá, en una imagen de archivo.

Vista parcial de La Talá, en una imagen de archivo. / A. G.-O.

A. G.-O.

"Fue una lucha muy larga, de casi cuarenta años. Fueron años muy duros en los que luchamos contra viento y marea. Esta decisión pone fin a una grandísima estafa por parte de los especuladores inmobiliarios, el Sareb se hace cargo de los terrenos sabiendo que no tienen ninguna salida". La valoración la hace Coté Rodríguez, de la agrupación de Vecinos y Amigos de Llanes (AVALL), después de que, tal y como adelantó ayer LA NUEVA ESPAÑA, el Tribunal Supremo no haya admitido el último recurso posible de la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria, S.A. (Sareb) para que parte de los terrenos de La Talá se declarasen como urbanos.

"El Principado fue uno de los mayores responsables de que esto ocurriese, al igual que algunos funcionarios que no se encargaron de informar cuando tenían que hacerlo y sobre ellos, Trevín a la cabeza. Ahora toca olvidar los momentos malos, los insultos y las persecuciones. Fue muy triste y desagradable", añade Rodríguez, citando al exalcalde llanisco Antonio Trevín.

La decisión del Tribunal Supremo es firme y pone fin a un largo proceso repleto de denuncias y recursos que duró más de treinta años. De ella se deriva, a efectos prácticos, que La Talá es un terreno no urbanizable y que el llamado "banco malo" no podrá hacer las más de cuatrocientas viviendas que esperaba en ese terreno.

La propiedad incluye 67 parcelas, si bien el conflicto judicial ahora recién cerrado se centra solo en la petición del "banco malo" para declarar urbanas dos parcelas.

El argumento de la Sareb para sostener la defensa de la construcción de viviendas en La Talá fue que una parte de esos terrenos ya están urbanizados y que en este caso se cumplen todos los condicionantes para que sean considerados como urbanos. Los tribunales y la Administración autonómica no han compartido este planteamiento. Según la Comisión de Urbanismo y Ordenación del Territorio (CUOTA), al haberse anulado todos los planeamientos que sustentaron la recalificación de La Talá, nunca dejó de ser suelo rústico. Respecto a si se urbanizó una parte, se entiende que fue de manera "alegal" con un planeamiento y un plan parcial declarados nulos.

El alcalde de Llanes, Enrique Riestra, explicó ayer que respeta las decisiones judiciales y que la información adelantada ayer por este diario "es tan elocuente que no hay mucho más que hablar, mucha gente después de leerlo podrá entender por qué hoy estoy yo como alcalde". "La gente ya no quiere que le gobiernen igual. La realidad es elocuente, solo los necios no quieren entenderlo. Esto es un buen ejemplo de lo que ha pasado en otras zonas de Asturias y de lo que debemos evitar en un futuro", añadió.

Por su parte, Antonio Trevín, exalcalde de Llanes y actualmente concejal socialista del municipio, además de secretario general del PSOE llanisco, aseguró que "la decisión del Supremo está basada en un tema del pasado que no refleja la situación actual de La Talá". "El Plan General que está tramitando ahora el Ayuntamiento contempla la construcción de entre 100 y 200 viviendas, por tanto tan rústico no será. Se trata de un debate de varias décadas sobre si el crecimiento de Llanes debía continuar en dirección a La Talá. Quienes se opusieron esgrimieron una serie de razones medioambientales, pero el fin de semana del 15 de agosto había aparcadas 192 caravanas, la mayoría de forma ilegal. Hay una contradicción evidente entre lo que se defendía y la manga ancha que cada vez más se permite a las caravanas", valoró Trevín.