La ribera del Sella ya está preparada para disfrutar de una edición del Descenso internacional que se presenta como una de las más multitudinarias de la última década. Sólo hace falta observar el movimiento de vehículos por las carreteras del oriente de Asturias para aseverar que la fiesta de les Piragües de Asturias promete batir todo tipo de récord en cuanto a afluencia de turistas y visitantes. Parece que nadie se acuerda de la tan cacareada crisis en éste primer fin de semana de agosto, dado el importante flujo de veraneantes que se encuentran pasando unos días de asueto por el área de influencia de los Picos de Europa.
Mientras la gente aguarda con ilusión y emoción contenida el "Asturias, Patria Querida" que miles de gargantas entonarán en los aledaños del puente Emilio Llamedo Olivera, hoy, a eso de las 12 del mediodía, sería injusto no reconocer la soberbia labor que han venido desarrollando a lo largo de los últimos doce meses ese entusiasta colectivo aglutinado en "Selleros", verdaderos artífices del despertar de gran parte de los vecinos de Arriondas, y por ende del concejo de Parres, en pro de recuperar el espíritu de la fiesta más internacional de todo el Principado de Asturias.
Me congratula ver cantidad de banderas, tanto asturianas como de España, sin olvidar la de Parres o la enseña del Sella, colgadas por infinidad de balcones y ventanas de la capital del concejo parragués. Me entusiasma el sentir de los empresarios y comerciantes de la villa de Arriondas a la hora de decorar con motivos alusivos al Descenso Internacional los escaparates de sus respectivos negocios. Me agrada un montón que profesionales de la repostería artesanal hayan elaborado algunas especialidades con vinculación a les Piragües.
Si desde hace un montón de años "Los Tritones" de Infiestu y, tiempo después, la peña "Los Botijos", de Cangas de Onís, han venido animando a su manera -música inclusive- el desfile previo a la salida del Descenso Internacional; ahora, con la impresionante llegada de los parragueses "Selleros" y también con los de "Entaína", éstos de Ribeseya, la cosa promete y ¡vaya si promete! No recuerdo una edición tan señalada como la que se avecina para este segundo sábado de agosto, día 8, en cuanto a "marejada" lúdico-festiva, por las principales calles de la capital parraguesa. Era algo que hacía mucha falta y, gracias al entusiasmo de un grupo de jóvenes e inquietos vecinos de la villa de Arriondas se acaba de hacer realidad.
El Descenso Internacional del Sella comienza a reverdecer y lo necesitaba. La consolidación de la parte lúdico-festivo parece que es un hecho y más teniendo en cuenta las verbenas organizadas en las noches previas a la gran cita sellera, así como el Oba Festival que comenzó ayer por la tarde, en el área de El Merediz. Algo, para bien, está cambiando en Arriondas, después de unos años en los que la mayoría de los sectores implicados miraban para otro lado, como si no fuera con ellos, un tanto ajenos a lo que fue en su momento la gran fiesta de Asturias.
Afortunadamente, gracias a la iniciativa privada y a la asociación de comerciantes, sin olvidar al colectivo "Selleros", la fiesta de les Piragües vuelve a caminar por un buen sendero, pese a que la situación económica del país no es la más boyante. Insisto, y no me cansaré de decirlo, felicito a todas cuantas personas han hecho posible recuperar el espíritu de Dionisio de la Huerta y, de ese modo, evitar que la fiesta más internacional del Principado se fuese muriendo poco a poco. Hoy en día, "Selleros" ha tenido mucha culpa de esa nueva explosión de jolgorio y diversión. Ojalá dure en el transcurso del tiempo y no sea flor de un día.
"Guarde el público silencio... ¡Vivan les Piragües!".
