Más que un amigo, un hermano

Agustín López Rivas

José Luis, más que un gran colaborador y amigo, era como un hermano para mí.

En ciertos momentos difíciles de mi vida, en los que me encontraba solo y algo perdido, vino a ofrecerme su profunda y sincera amistad, que, inalterable, ha durado hasta su muerte.

Durante todos estos años de lucha común por la Integración del Hospital de Arriondas en el SESPA y compartiendo nuestra amistad, he descubierto a un hombre leal, fiel, generoso y bondadoso. Siempre dispuesto a entregarse, con toda su alma y más allá de los prejuicios de toda clase, al bien común, en su calidad de presidente, ya sea de la Plataforma, como de tantos otros organismos de relevancia social, que siempre ha sabido mantener con su sabiduría y bondad legendarias.

Nunca le he visto enfadado, al contrario, ha entrado en mi vida como se ha ido: con la sonrisa, la lealtad y generosidad que me ofreció, desde el primer día.

Más que un amigo y colaborador, José Luis era un hermano para mí. Y, como tal, seguirá viviendo en mi corazón.

Descansa en paz, José Luis.

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