Ch. NEIRA

«Y para la silla», explica Jorge Jovino Fernández señalando el respaldo desconchado que enmarca la cara preocupada del Papa Francisco, «he utilizado un material autocraquelante, para reforzar la fragilidad del trono, el carácter inestable propio de su cargo, más para alguien como él, con ideas reivindicativas». Es una de las claves que el pintor asturiano (Avilés, 1975) explicó ayer sobre sus tres retratos del Pontífice, obras que forman parte de un encargo de la Iglesia Española en Roma y que irán a colgar de paredes en grandes espacios de la residencia Santa Marta, donde reside el Papa.

Aunque en Roma se prefiere a pintores italianos, Fernández confiesa que ya con el antiguo rector de la Iglesia Española en Roma, el asturiano José Luis González Novalín, y con el actual, el segoviano Mariano Sanz González, los gustos italianizantes se combinan con el compromiso con los artistas españoles. Así, sigue, la posibilidad de retratar al Papa para las estancias donde reside el Pontífice, surgió casi por casualidad. «Querían a alguien que hiciera un retrato, salió mi nombre por mi currículum, les gustó y en mayo fui a Roma para ver lo que querían».

En el trabajo de Jorge Jovino Fernández destacan, por ejemplo, los grabados. Algunos de ellos, y también los tres retratos del Papa Francisco que ya ha finalizado, se pueden ver ahora en la sala de exposiciones del edificio central de Correos en Oviedo. Ayer se inauguró la muestra, que lleva por título «Solo Ritratti, only portraits» y allí se podrá ver hasta el próximo 28 de octubre, en horario de 8.30 a 20.30 horas, de lunes a viernes, y en horario de mañana los sábados.

Ángel Pérez, director de la zona 1 de Correos, agradeció al artista haber aceptado la invitación a exponer y se felicitó por mantener activa la programación de esta sala que se estrenó en verano con una muestra de escultura. Correos, contó, sigue impulsando no sólo el arte, sino la solidaridad con campañas como la cerrada recientemente con Mensajeros de la Paz.

En presencia del vicario, Jorge Fernández Sangrador; el viceconsejero de Cultura, Alejandro Calvo, y el concejal del PP y primo del pintor, Alfonso Pereira, Jorge Jovino Fernández presentó su exposición, que incluye también algunos retratos realizados por encargo para ámbitos privados, una colección de objetos, con óleos, que tratan de sintetizar su idea del trabajo artístico, muy «del primer Renacimiento», y el boceto y estudios previos del retrato oficial de Pedro Trevijano, ex rector de la Universidad Rey Juan Carlos y actual magistrado del Tribunal Constitucional. Este retrato de cuerpo entero no figura en la muestra porque la Universidad tiene, por así decirlo, la exclusiva de presentar la obra. Tampoco figura la obra que completa el encargo recibido desde Roma, un cuarto retrato del Papa, éste de cuerpo entero y que, en este caso, pasará a sumarse a la colección privada de la Iglesia Española en Roma.

En ese fondo, explicaba ayer Jorge Jovino Fernández, hay representaciones artísticas de Papas desde el siglo XVII en adelante, y figuran autores destacados como cuadros de Madrazo o esculturas de Bernini. Ahora, el cuadro de Jorge Jovino Fernández también se incluirá en esa galería.

Para realizar este encargo, que espera poder concluir antes de final de año, el pintor avilesino viajó a Roma en el pasado mes de mayo. Durante su estancia en Italia, conoció la colección de la Iglesia de España en Roma y se empapó del espíritu de la ciudad.

La parte que ya está resuelta es el tríptico, tres retratos de Francisco en los que el encuadre está muy cerrado y la cabeza ocupa casi todo el lienzo de 80 x 80, ya que, explica, ocuparán espacios muy amplios. El primero de esos cuadros es el ya citado de la fragilidad de la silla. Y en él se muestra a un Papa pensativo, preocupado, consciente de esa inestabilidad y de las complicaciones del cargo. El segundo, basado en Piero della Francesca, muestra un perfil de Francisco. Y en el último ha tratado de mostrar al «Papa bueno», empleando «tierras italianas y lapislázuli».

Hay en el trabajo de Jorge Jovino Fernández una vocación a la vez artesanal y transcendental sobre la que el artista se pronuncia abiertamente. «El retrato no se puede quedar en una fotografía». De ahí, dentro de unos límites clásicos, sus evoluciones y aportaciones a las técnicas clásicas.

Orgulloso de la posibilidad que supone colgar un retrato del Pontífice en las mismas estancias papales, Fernández admite que es difícil para un artistas asturiano abrirse al mercado de fuera y competir con todo el mundo, con pintores que no son de la región. Pero ése, resume, es el camino.

Las autoridades municipales y regionales aplaudieron una vez más el compromiso de Correos con el arte y el espacio expositivo que ofrece a los artistas en tiempos cada vez más complicados para la cultura. El avilesino también aprobó que «los edificios administrativos, las oficinas, las sedes de las empresas, se abran al arte y no se queden sólo en lugares donde realizar trámites». Por ahora, en Correos, el público y los usuarios podrán recorrer las distintas caras del nuevo Papa mientras van a mandar sus cartas. Hasta finales del mes de octubre. Después, Roma.