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La renovación de la Iglesia | ABUNDIO MARTÍNEZ MALAGÓN | Nuevo canónigo sochantre de la Catedral

"El reto del sacerdote es implicarse de lleno en los problemas de la sociedad actual"

"Hay que formar equipos laicos de acción pastoral que atiendan a aquellos pueblos de Asturias a los que no llega el cura"

El canónigo Abundio Martínez Malagón, ayer, ante la Catedral. María G. A.

Un hombre llano, sensible, de refinado gusto musical y con un elevado sentido de la solidaridad. Así es el nuevo canónigo de la Catedral y capellán del Monasterio de Las Pelayas, Abundio Martínez Malagón (Villacalbiel, León, 1956), que ayer tomó posesión de su nuevo cargo en el Cabildo durante una emotiva ceremonia en el templo de San Salvador que lo convirtió en su miembro más joven.

-Entra usted en el Cabildo como sochantre. ¿Qué significa?

-La verdad es que es un término antiguo, que, a efectos prácticos, significa que soy el animador de las celebraciones litúrgicas. Es decir, que debo dirigir a los fieles en el canto y responsabilizarme de los salmos responsoriales, los solos y los laudes. No es una tarea fácil porque, por suerte o por desgracia, la mayor parte de las personas que asisten a las misas en Asturias tiene una edad avanzada y no se arranca a cantar. En especial los hombres, que es muy raro que se animen. Los jóvenes y los niños, si tiene el hábito de acudir a la iglesia, son los que más se atreven.

-Algo habrá que hacer.

-Claro, el reto del sacerdote es implicarse de lleno en los problemas de la sociedad actual. Los pastores debemos plantearnos como objetivo que los jóvenes acudan a los cultos y a las catequesis y la forma de conseguirlo es lo que llamamos la encarnación. Estar presentes en su vida, conocer sus expectativas y sus interrogantes.

-También cada vez hay más huecos en los seminarios.

-Es cierto. Las vocaciones al presbiteral y a las congregaciones religiosas han bajado pero hay muchos laicos que colaboran con la Iglesia. Por eso hay que formar equipos de acción pastoral que atiendan los pueblos y las zonas a las que no puede llegar el cura. En Alemania estos grupos ya existen y funcionan muy bien.

-Ponga un ejemplo.

-En Cabrales hay un sólo sacerdote para todo el concejo, que tiene muchas parroquias. Si hubiese un equipo de acción pastoral, un hombre o una mujer podrían ir a los pueblos a dar catequesis, impartir la palabra y visitar a los enfermos de Bulnes, Asiegu o Poo de Cabrales. En algunas parroquias hay seglares encargados de animar la acción pastoral pero no están reconocidos oficialmente porque se trata de acuerdos tácitos entre el pastor y gente con vocación. Falta el impulso de la jerarquía eclesiástica.

-En Las Pelayas, donde usted celebra las eucaristías, también ha entrado un soplo de aire fresco de modernidad.

-Sí. Pero ya hace tiempo. La madre Amparo y la abadesa María Teresa hicieron todo lo posible porque la vida contemplativa estuviese presente en la vida activa de la ciudad, y que ésta entrase en el Monasterio. Ahora, Rosario del Camino sigue esa estela con mucha fuerza. Le ha tocado vivir una época en la que existe la necesidad de abrirse a la trascendencia por caminos que no son los habituales, por ejemplo, participando en las actividades culturales del resto de Oviedo.

-El Papa Francisco está recogiendo la opinión de la sociedad sobre temas controvertidos para la Iglesia a través de una encuesta. ¿Qué le parece?

-El Papa está en el mundo y por tanto tiene su propia percepción de la realidad, pero quiere saber la opinión de los demás. Me parece genial que quiera hacerlo si es para mejorar la Iglesia. Supongo que a partir de ahí, con los resultados en la mano, nos dirá muchas cosas y hará otras más.

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