El fiscal de Menores, Jorge Fernández Caldevilla, relató ayer un caso que no dejó indiferente a nadie en la sala del Auditorio donde se celebran las jornadas. Fue al hilo de las intervenciones con menores que padecen graves enfermedades mentales. Para estos chicos "que no encajan" existe una unidad de internamiento en el HUCA, a la que los psiquiatras recomendaron llevar a un adolescente muy desequilibrado. Ese día no había plazas, así que le doblaron la medicación. Pero no fue suficiente; según relató el fiscal "esa noche cogió un cuchillo y no mató a su madre de milagro". Este chico ahora está interno en el centro penal de menores infractores de Sograndio, que aunque cuenta con un módulo terapéutico, no parece que sea el lugar más adecuado. "Estaba muy desequilibrado y el psiquiatra recomendó internarlo, pero la unidad del HUCA estaba llena. Decidimos esperar a ver si al día siguiente había una vacante y esa noche casi mata a su madre", lamentó el responsable de Menores en la Fiscalía.