Nadie se esperaba la noticia. José Manuel Rodríguez, Lolo el de Olloniego para la familia socialista ovetense y para quienes lo conocieron como concejal o en la presidencia del Nalón Club de Fútbol, fallecía ayer a primera hora de la mañana, a los 69 años, en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). Lolo entró en el Ayuntamiento de Oviedo en la década de los ochenta, cuando Antonio Masip ganó las elecciones a la Alcaldía, y mientras tuvo responsabilidades de gobierno se encargó de la zona rural. A estas alturas sumaba más de cincuenta años de militancia socialista.

Sentía pasión por su pueblo y era tanta que todo el mundo hablaba de él como Lolo, el de Olloniego, así, sin más. También la sentía por el fútbol, en concreto por el equipo de su pueblo, el Nalón, club que presidía y que con él al frente llegó a competir en la Tercera División y a jugar contra el Oviedo.

Lolo fue concejal en la segunda Corporación ovetense de la democracia, entre los años 1983 y 1987, con Antonio Masip en la Alcaldía. Regresó después, precisamente para sustituir a Masip, entonces en la oposición, en 1993. Repitió entre 1995 y 1999, con Álvaro Cuesta como portavoz del grupo socialista.

Amado Mallada, compañero en la Agrupación Municipal Socialista y amigo, le recuerda como "una persona muy entrañable, que hacía amigos con facilidad y que atendía con prontitud y eficacia a los vecinos de la zona rural". Mallada contó que Lolo había sido minero y había trabajado en el Pozo Nicolasa. Durante muchos años fue secretario general de la sección de Olloniego del PSOE. Ahora estaba volcado en el fútbol y en la familia. Mallada, como Marianela Martínez, otra compañera de la agrupación, contaba ayer, para dar idea de su carácter, que en esta última campaña electoral acabó arrastrando al campo del Nalón, donde se disputaba un partido, a los socialistas que daban un mitin en Olloniego.

Eugenio Prieto, ex presidente del Real Oviedo, lo define como "un gran tipo, con una pasión tremenda" y le agradece que "aún siendo esportinguista apoyara al Real Oviedo en su momento". Campechano y entrañable son adjetivos que también le dedican sus amigos.

Lolo había enviudado hace algo más de un año de su esposa, Inés Barranco, con la que tuvo dos hijos, Cristina y Pablo. Ahora estaba muy ilusionado con su primera nieta, que lleva el nombre de su abuela. Esta tarde, en su despedida, se oficiará un acto de la Palabra en el tanatorio de los Arenales, donde está instalada su capilla ardiente.