¿Qué mejor que celebrar el Carnaval con toda la familia disfrazada? Fue lo que hicieron ayer Clarisa González y Víctor Álvarez, que acudieron a la plaza de Trascorrales para pasar un buen rato en la fiesta Carvulandia acompañando a sus hijos. "Es una manera de seguir disfrutando con nuestros niños durante el Carnaval". El padre, disfrazado de detective privado, y la madre, de tigresa, hacían lo imposible para controlar al pequeño Enol, de sólo un año y medio.

A pocos metros, delante del escenario en el que los payasos y títeres del espectáculo "Alboroto" animaban sin cesar la fiesta, los más pequeños no se cansaban de bailar animados por la pegadiza música infantil.

Como esta fiesta era para niños con edades comprendidas entre los 3 y los 7 años, la entrada de Trascorrales se convirtió también en un pequeño "parking" de carritos. Y para finalizar, los niños pudieron fotografiarse luciendo diferentes disfraces, y lo hicieron después de cansarse de jugar.