Ayer al mediodía, a la sombra de la Catedral, un montón de amantes de la cerveza artesanal asistía a un singular taller de elaboración de cerveza ecológica. Una actividad que estaba enmarcada dentro de la tercera edición del Mercado Artesano y Ecológico, que se celebró este fin de semana con una gran afluencia de visitantes. Y es que los productos que se pusieron a la venta eran de lo más variado.

El joven Ángel Álvarez dice, con lógico orgullo, que es el único productor de Asturias de cerveza ecológica. Y es que así lo certificó el Consejo de la Producción Agraria Ecológica del Principado de Asturias (Copae). Ayer, hacia las dos de la tarde, se le veía en su salsa.

"Lo que pretendo transmitir es que cualquier persona que quiera elaborar cerveza en su casa lo puede hacer. Y para enseñarles todo el proceso estoy yo aquí. Sólo tendrán que hacer unos pasos muy sencillos", animó Ángel Álvarez a una docena de personas que asistían al taller.

"¿Hacer cerveza en casa?", preguntó incrédulo el vallisoletano Antonio Muñiz. "Y gastando muy poco dinero", le espetó el maestro cervecero. Es más, si la persona es "amañosa" puede hacerse con todos los elementos necesarios por sólo cincuenta euros. Si no lo es, puede comprar un kit en el mercado por unos 150 euros.

Para empezar, hacen falta los cuatro elementos básicos: malta de cebada, lúpulo, levadura y, lo más importante, el agua, que tiene que estar liberada de cloro y tener la salinidad adecuada. "Ahora sólo queda ponerse manos a la obra. Primero, la maceración de los productos durante dos horas, seguida de la cocción que se produce al añadir el lúpulo", explicaba el maestro cervecero ante la mirada atenta de sus alumnos.

"Hasta ahora parece todo muy sencillo", comentaba con espontaneidad Alba de la Fuente. Pero no sabía que el paso siguiente era el más delicado: el enfriado. "Lo hacemos en un pequeño serpentín y tiene que ser muy rápido para evitar cualquier contaminación", advirtió el cervecero. Finalmente, queda el último paso, el de la fermentación, que dura un mes en un depósito de acero inoxidable.

Y la pregunta que se hacían todos los asistentes: ¿cómo ponemos las chapas en las botellas? No puede ser más sencillo. En el mercado se encuentra a la venta un sencillo instrumento en forma de alicate que se encarga de hacer la operación.

Mientras, la Banda de Gaitas "Acevéu" y el grupo de baile "Filandón" alegraban con sus sones y sus pasos el mediodía del Mercado Artesano y Ecológico.

Había mucha gente comprando con ganas, igual que trasegando cerveza, porque el sol era ya de justicia a las dos de la tarde. Vanesa Álvarez asiste desde la primera edición a esta cita de productos ecológicos y comentó algo que puede parecer paradójico en un principio pero que no lo es: "Si no hiciera tan buen tiempo, habría más personas aún, ya que no hubieran ido a la playa".