Los dos grupos de la oposición municipal (PP y Ciudadanos) cargaron ayer con dureza contra el tripartito por no haber ejecutado aún las obras para reparar los desperfectos detectados hace más de dos años en la estructura del Carlos Tartiere. Tal y como ha desvelado LA NUEVA ESPAÑA, la actuación permanece bloqueada desde finales de 2017 por las diferencias entre el ingeniero que redactó el proyecto y el técnico de la Concejalía de Infraestructuras, dirigida por la edil socialista Ana Rivas, que fue designado como responsable del contrato. El coste de las obras, que en un primer momento se calculó en más de dos millones, no llega a los 800.000 euros en la segunda y última versión del proyecto. El Real Oviedo, en un escrito dirigido al departamento de Rivas, con fecha del pasado 10 de octubre, ha reclamado que el Ayuntamiento, en su calidad de propietario del recinto de la Ería, le certifique que el uso normal de las instalaciones no supone riesgo para las personas, así como la seguridad estructural del estadio, inaugurado hace 17 años.

El portavoz municipal del PP, Agustín Iglesias Caunedo, sostiene que lo que sucede con la reparación del Tartiere "demuestra de nuevo" que el tripartito "es incapaz de gestionar los asuntos de la ciudad e incapaz de ejecutar las obras que presupuesta". Para el exalcalde, el estadio "necesita que se realicen una serie de mejoras y los expertos que examinaron la estructura urgen la ejecución de las obras". Sin embargo, lamenta que, "pese a que a finales de 2017 los técnicos pedían que se realizaran trabajos en el plazo de un año, a día de hoy, y aunque las obras del Tartiere figuran en el presupuesto, no se han ejecutado y no se van a ejecutar". "La incompetencia e ineficiencia es absoluta", sentencia Caunedo.

Las cuentas municipales de este año destinan una partida global de medio millón de euros a obras en el Tartiere. El tripartito anunció que esa inversión se iba a dedicar a la reparación de la estructura, algo que no ha sido posible por el largo bloqueo del proyecto en el área de Infraestructuras. Fuentes del gobierno local advierten de que no se trata de una decisión política, sino de un planteamiento puramente técnico. Según esta versión, el funcionario encargado del contrato estima que el contenido del proyecto no se ajusta a lo estipulado ni a las necesidades municipales y, en consecuencia, se niega a darle luz verde para que se pueda iniciar el proceso de contratación de las obras más necesarias.

"Preocupación"

El proyectista, que no ha cobrado, ha reclamado por escrito el amparo del alcalde, el socialista Wenceslao López, y le ha puesto de manifiesto que su "preocupación" es "máxima", por cuanto ya se ha cumplido, sin ningún avance, el plazo inicial de un año marcado para ejecutar las reparaciones estructurales más urgentes en el estadio.

"El Alcalde y la concejala de Infraestructuras se excusan, una vez más, en el desconocimiento", lamenta Agustín Iglesias Caunedo al valorar que tanto López como Ana Rivas aseguren que no tienen constancia del escrito del Real Oviedo, al que ha tenido acceso LA NUEVA ESPAÑA, en el que el club les reclama garantías de seguridad del uso del Tartiere. "El gobierno local, lejos de asumir su responsabilidad, lo que hace es cuestionar la veracidad de la información publicada y cuestionar también la versión de la entidad deportiva", señala Caunedo, para quien el tripartito "trata de desacreditar a todos y a todo por no querer reconocer su responsabilidad".

Desde Ciudadanos, Luis Pacho subraya que la paralización del proyecto de reparación del estadio evidencia "lo poco que le interesa al gobierno tripartito el deporte y los deportistas". A juicio del portavoz "naranja", hay "un problema con las instalaciones deportivas y el Tartiere no supone una excepción".