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"Si hubiese deficiencias que incumpliesen la ley, habría que solucionarlas", apuntan los empresarios

El Ayuntamiento de Oviedo ordenó en marzo la clausura de la cantera de La Belonga por superar el nivel de ruidos. Seis días después, levantó el precinto de una de las dos plantas del ciclo productivo que incumplían la normativa, medida que le permitió a la empresa seguir con los trabajos que realizaba hasta que el Consistorio le puso el candado. Eso sí, el acuerdo estaba supeditado al compromiso de los responsables de la cantera de presentar un proyecto con medidas correctoras. "Eso es un hecho puntual en el que se está trabajando por parte de la empresa. Si hubiese deficiencias que no cumpliesen la ley en cualquier cantera habría que solucionarlas, pero no por eso hay que perseguir al sector", señala Miguel Alonso, presidente de la patronal.

El uso principal de los áridos producidos en el concejo de Oviedo es el de la construcción: hormigones, morteros, mezclas asfálticas, bases de infraestructuras o escolleras. Pero también hay una parte que se destina a otras actividades como los medioambientales, según la patronal del sector. "Se utilizan en la desulfuración de los gases producidos por centrales térmicas, en la regulación del Ph en suelos, en tratamientos de agua, para pinturas, usos agrícolas o papel, pero sobre todo cabe destacar la fabricación de acero, cemento y cal", explica Miguel Alonso.

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