Los vecinos de Valentín Masip duermen desde hace unos días más tranquilos. La detención del "ladrón de los ojos azules", un asaltante de mirada llamativa que entró a robar en tres viviendas del mismo bloque en apenas veinte días, ha supuesto un respiro para un vecindario que vivió en vilo prácticamente todo el mes de noviembre.

El hombre fracasó a medias en su primer asalto, el 11 de noviembre. La inquilina le pilló en una habitación y tuvo que marcharse a toda prisa sin poder llevarse objetos de valor, pero sí retirar unas llaves que le permitirían volver más adelante al mismo inmueble para perpetrar nuevos hurtos. "Ya me voy", dijo tras ser sorprendido in fraganti por la mujer, en cuya retina sólo quedaron los ojos del ladrón.

Ante el temor de que volviera, la comunidad de vecinos instaló cámaras de vigilancia. La grabación del hombre saliendo del portal el 24 de noviembre cuando se denunció un nuevo robo llevó a los agentes a desplegar un operativo especial. Así comprobaron que el "ladrón de los ojos azules" era un individuo que ya había sido detenido antes por otro caso similar.

Tanto el vídeo como la descripción de sus víctimas permitieron dar caza al caco el día 29 tras cometer un tercer asalto. Confesó los robos y devolvió parte de su botín antes de ser enviado a prisión.