Las esperanzas de un posible acuerdo entre trabajadores y empresa para desconvocar la huelga de conductores de TUA se esfumaron ayer tras más de diez horas de negociaciones. Había muchas esperanzas puestas en acabar con la huelga del autobús urbano cuya cuarta jornada de paros tendrá lugar hoy. Finalmente, la falta de coincidencia en varios puntos clave del conflicto, impidieron resolverlo, pese a la mediación el pasado viernes del alcalde, el socialista Wenceslao López.

El encuentro promovido por el máximo representante municipal parecía haber abierto las puertas al acuerdo, pero la empresa ya se encargó el mismo día de afirmar que el "principio de acuerdo" del que hablaban tanto el Consistorio como los trabajadores no concordaba con la realidad de unas negociaciones que para ellos estaban "todavía verdes".

La convocatoria para ayer a mediodía de una nueva mesa negociadora parecía dar pistas de una mayor voluntad de acuerdo. Sin embargo, el diálogo ya empezó a enquistarse a lo largo de la mañana. Las modificaciones al borrador de ocho puntos planteado en común el pasado el viernes no convencieron a las partes y estas decidieron hacer un receso de dos horas para comer y retomar la negociación a las cuatro y media de la tarde.

Las diferencias sobre la instalación de alcoholímetros en los autobuses volvieron a ser el principal escollo en un tira y afloja el que no faltaron otras reivindicaciones como la reducción de los contratos temporales entre la plantilla. Esta vez, ya no hablaron sobre la petición de media hora de descanso que compute como parte de la jornada. La medida se debatirá más adelante, en un decisión de mutuo acuerdo, el único punto en común entre trabajadores y empresa.

Al filo de la medianoche el comité de empresa esperaba una última oferta por parte la compañía con pocas esperanzas de cerrar un acuerdo. Sus malos presentimientos se cumplieron. Lo ofertado no satisfacía sus demandas y se optó por levantar la sesión y proseguir con el paro previsto para hoy.

En principio, la jornada se plantea, como ya ocurriera en las tres precedentes, con 20 de los 59 autobuses de la compañía cubriendo los servicios mínimos y tres de las trece líneas suspendidas. Esta jornada será la primera que coincida con las fiestas navideñas en las que el uso del transporte urbano suele cambiar respecto a las jornadas habituales. Si no hay acuerdo habrá de nuevo paros los días 2, 3 y 4 de enero.