"En Priorio no habrá planta de asfalto ni de hormigón". Así de contundente se mostró ayer el concejal de Urbanismo y Medio Ambiente, Ignacio Fernández del Páramo (Somos), en el transcurso del Pleno extraordinario que la Corporación celebró sobre este asunto y en el que la oposición no logró su objetivo de reprobar al edil, muy aplaudido por el medio centenar de vecinos ligados a la plataforma vecinal contra las plantas que estuvieron en la sesión. Como se esperaba, el Pleno fue bronco y se vivieron escenas de tensión, especialmente entre Luis Pacho, de Ciudadanos (Cs), y Rubén Rosón, portavoz de Somos.

Tanto Pacho como su compañero Luis Zaragoza, y el edil del PP Fernando Fernández-Ladreda, argumentaron la petición de reprobación a Del Páramo al estimar que ha llevado a cabo una tramitación "negligente" y "caótica" del expediente de las plantas de Priorio, así como que "ha mentido a la Corporación y a los vecinos". Los concejales de Ciudadanos hicieron hincapié en que el expediente para proceder a la modificación puntual del Plan General de Ordenación (PGO) se inició con un defecto de forma que puede conllevar que sea tumbada por los tribunales. Y es que, según detalló Zaragoza, se abrió al amparo de una decisión plenaria, algo que no sería válido, pero que, a su juicio, podría subsanarse si el edil de Urbanismo firma una providencia para que el inicio del expediente no pueda ser impugnado. "Si fuese así, nos comeríamos el asfalto y la indemnización", subrayó Pacho.

Por su lado, Fernández-Ladreda acusó a Del Páramo de haber "ocultado información" al Pleno y de "presionar a los vecinos".

El edil de Urbanismo citó los informes municipales, adelantados por LA NUEVA ESPAÑA, que dan luz verde a la decisión de modificar el planeamiento para impedir las plantas de asfalto y hormigón, y que certifican que no retrasó la apertura del expediente. A partir de ahí, reclamó a los ediles de la oposición que "pidan perdón", "reconozcan el gran trabajo" llevado a cabo por Urbanismo en este asunto y que, de no ser así, dimitan. "Han utilizado burdas mentiras para tratar de favorecer a unos pocos empresarios a costa de la salud de los vecinos". La reprobación del edil fue rechazada en la votación final por 14 votos del tripartito frente a los once de la oposición. No asistieron dos concejalas del PP por motivos laborales.