La primavera es la estación de las flores y también de las comuniones, aglutinándose la mayoría de ellas en los meses de mayo y junio. La primera comunión puede ser considerada como el primer evento importante al que tienen que enfrentarse los más pequeños de la casa, quienes se convertirán, sin duda, en los protagonistas de esta jornada especial.

Según apuntan los expertos, para que este evento se convierta en un recuerdo inolvidable, la planificación se convierte en un elemento imprescindible. Cada tarea requiere su tiempo, por lo que establecer en un calendario todos los pasos a seguir resultará de gran utilidad. Es evidente que, en la actualidad, los preparativos de esta celebración religiosa ya no son como antaño, y deben iniciarse con meses de antelación, tal y como sucede con las bodas. No tanto, pero casi.

Según la FUCI -Federación de Usuarios Consumidores Independientes-, en España, el gasto medio de una primera comunión se sitúa más o menos en unos 2.400 euros, ya que hay que tener en cuenta el vestido o traje, el restaurante y el número de invitados, los regalos, la decoración, los recordatorios, las fotos, la fiesta y sus posibles atracciones -hinchables, pintacaras...- y un largo etcétera. Normalmente, lo más costoso es el banquete -se estima que más de la mitad del presupuesto se destina a los comensales- y por ello es importante limitar el número de comensales si no se quiere hacer un gran desembolso. En este caso, una ceremonia con la familia y los amigos más cercanos es una gran opción. Otra alternativa consiste en apostar por un banquete más informal, con bocadillos, bebidas y tentempiés. También pueden hacerse al aire libre contratando empresas de catering, con una decoración hecha en casa, lo mismo que los recordatorios, totalmente personalizados y manuales, unas tendencias al alza ya que el resultado suele ser igual de satisfactorio y el bolsillo se resiente menos. En cuanto al reportaje fotográfico o la fiesta posterior, sí que es aconsejable dejarlo en manos de profesionales. Son imágenes que pasarán a la posteriodad y una celebración que el niño o la niña vivirán intensamente, por lo que no debe fallar nada.

Estilosos y perfectos para la ocasión

En Nacho Moda Infantil, establecimiento ovetense con más de cuatro décadas de andadura, la calidad, el estilo y el buen vestir van siempre de la mano. Para una ocasión tan especial como la primera comunión, en la que los niños y las niñas quieren lucir de una forma especial y brillar con luz propia, cuenta con una línea de vestidos exclusivos de organdí y sedas italianas hechos a medida de forma artesanal. De líneas clásicas, algunos cuentan con lorzas hechas a mano, en ocasiones acompañadas de puntillas de Valencie, o de otros estilos más vanguardistas, fabricados también en sedas italianas y con plumeti, tul de plumeti, etcétera, confeccionados a mano.

Tanto unos como otros suelen lucirse acompañados de cinturones adornados con flores secas al tono o contrastadas, así como coronas también de flores secas o diademas.

En cuanto a la indumentaria de los niños, sigue triunfando el traje de marinero, tanto el clásico como otros más ligeros confeccionados en lino. En los últimos tiempos también son tendencia en la comuniones los “conjuntos de calle”, es decir, americanas con coderas clásicas, bien al tono o bien contrastadas, con pantalones o bermudas, corbata, cinturones y zapatos de ante. Para completar el atuendo muchos optan por incluir una cruz y un cordón, dándole así un sentido religioso.

En Nacho Moda Infantil también pueden encontrarse prendas y complementos para el día a día, así como para otras grandes ocasiones y ceremonias. Cuenta con las firmas nacionales e internacionales más destacadas.

Imágenes que perduran toda la vida

Un recuerdo para toda la vida. Las fotografías, para muchos, tienen una gran carga y valor sentimental, especialmente cuando son de momentos únicos y especiales de la vida de una persona, como puede ser la primera comunión. Es un día inolvidable para sus pequeños protagonistas y es habitual que las diferentes instantáneas que han inmortalizado ese momento se encuentren enmarcadas en los hogares de muchos familiares del pequeño o la pequeña. Por ello, este trabajo debe dejarse en manos de profesionales como Carlos Alonso Fotógrafo, quien aglutina más de 25 años de experiencia en el sector, casi la mitad de ellos en su negocio del centro de Oviedo. Carlos Alonso no deja nada al azar, y por ello, antes del gran día concierta una cita con los padres y con el niño o niña que va a recibir el sacramento para concretar detalles como el tipo de trabajo que quiere hacerse, si son fotos de estudio, de ceremonia o ambas, el enfoque, si desean un álbum digital, etcétera. Sobra decir que ofrece presupuestos adaptados, de ahí también la importancia de esta reunión previa.

Su trabajo se caracteriza por ofrecer un enfoque moderno de la primera comunión, pero sin dejar de lado el concepto clásico que nunca debe perderse en este tipo de eventos. Como buen fotógrafo “de los de toda la vida”, su trabajo es totalmente personalizado y adaptado a cada niño y niña. Además, ofrece total garantía profesional tanto antes como durante y después del trabajo fotográfico, estando a la entera disposición del cliente para cualquier reclamación o cambio.