“Soy Diego Menéndez Secades. Soy alumno del Instituto de La Corredoria y juego en el Real Oviedo. Ahora quieren ponernos en un horario por la tarde porque dicen que no hay sitio. Queremos que se haga por la mañana y que se quite la semipresencialidad, porque si no muchos de nosotros nos tendríamos que ir a otros institutos a cursar el bachiller, porque si no, no podríamos practicar deporte o hacer otras actividades fuera del instituto, como ir al conservatorio”.
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Este testimonio en primera persona de uno de los 952 alumnos del IES La Corredoria, con capacidad para 600, sintetiza las razones por las que la comunidad educativa se concentró este viernes en bloque a las puertas del centro. Sus reclamaciones son sencillas: asegurar la jornada diurna y presencial para todos los alumnos cara al próximo curso, erradicando el turno vespertino implantado en este; ampliar de forma urgente los espacios del centro, ya que se estima que para el próximo curso el alumnado se cerrará en torno a los 1.050 escolares; y que se determinen las fechas de construcción del nuevo instituto, que aspiran a que se edifique en esta misma legislatura.
En la concentración participaron estudiantes, profesores y padres de alumnos del centro, pero también vecinos del barrio y representantes de otras asociaciones de madres y padres, que acudieron a mostrar su respaldo a unas peticiones que consideran justas. Sonia Ribeiro, presidenta de la asociación de madres y padres (AMPA) del IES La Corredoria, explicó que el centro “está desbordado desde hace años” y que “contábamos tener hace unos cuantos años un instituto nuevo y no ha llegado”. Los últimos plazos presentados, que hablan de una inauguración del nuevo centro para 2024, no son razonables a ojos de la AMPA.
La asociación rechaza además de plano mantener el horario vespertino para el próximo curso. “La conciliación familias es imposible con este horario, no puede haberla. Pero lo que reclamamos va más allá: queremos igualdad entre todos los alumnos de Asturias. Queremos que La Corredoria sea un barrio de primera, no uno de tercera”, explica Ribeiro. Actualmente, el horario vespertino es de 13.30 a 18.30 horas, pero según detalla el AMPA la pretensión, cara al próximo curso, pasa por implantar horarios de 15.00 a 21.00 o de 16.00 a 22.00 horas. “Salir a las diez de la noche, luego levantarse por la mañana, ponerse a estudiar... a los críos no les da la vida para ello”, afirma Ribeiro.
La AMPA no se va a limitar a esta concentración. Y ya comenzaron a recoger firmas para reclamar a la Consejería de Educación que atienda sus peticiones. La pretensión es alcanzar alrededor de 5.000 firmas.
En este empeño, la AMPA cuenta con el respaldo del barrio y, también, del claustro de profesores. El director del centro, Francisco de Asís Fernández, insistió en que el problema de espacios y la saturación del centro “no se solucionará hasta que haya un segundo instituto, que es lo que verdaderamente va a a salvar habitacionalmente al barrio a nivel estratégico”. De Asís Fernández insistió en que toda la comunidad educativa quiere “la presencialidad total y, simultáneamente, la compatibilidad de la vida familiar y laboral”, poniendo además el acento en la dificultad que supone para los alumnos federados en algún deporte o con otras inquietudes poder complementar esas actividades con un horario de tarde: “Esto crea una situación problemática en la secuencia de la vida normal de cada chaval”.