Diego Jardón estaba algo nervioso en el pasillo de entrada del Auditorio de Oviedo. Faltaban pocos minutos para que diera comienzo el espectáculo “Magic Dreams” que tuvo lugar este domingo en la ciudad y no quería perderse ni un instante de la actuación de su dibujo animado favorito, Mickey Mouse, que iba a estar cantando y bailando junto al resto de personajes de Disney. Le acompañaba su padre, Ricardo Jardón, que tenía que sujetarlo para poder hacerse una foto los dos juntos en los globos colocados a tal efecto en la entrada del Auditorio Príncipe Felipe de la capital asturiana.
Las invitaciones repartidas para las dos sesiones que se celebraron en la tarde de este domingo se agotaron y el día, lluvioso, invitaba a un espectáculo a cubierto. Las restricciones impidieron que todos los asientos estuvieran ocupados, pero fue mucha la gente que se acercó para seguir un musical que, a ritmo de rock, fue desgranando clásicos infantiles interpretados por viejos conocidos de los pequeños: Goofy, Pluto, el Pato Donald o Minnie Mouse, entre otros.
A diferencia de Diego, que sabía bien lo que iba a ver, Leo Fonseca y Marta Gómez acudieron al Auditorio a ver con lo que se encontraban, sin tener mucha idea de qué iba un espectáculo al que les habían invitado. Leo, niño inquieto, reconocía que “Papá Noel se portó bien” con él estas navidades a pesar de que había sido algo más revoltoso de lo que sus mayores hubieran deseado. Aun así, todavía tiene tiempo de remediarlo, puesto que, explica Sara Gómez, que les llevó hasta el Auditorio, en la familia son “más de Reyes Magos”. Sobre Leo, Sara reconoce que esta Navidad “se portó regular”.
Los dos desaparecieron enseguida entre la marabunta de niños que salían despedidos hacia los asientos del Auditorio, unos en dirección a las butacas de abajo y otros hacia las del anfiteatro de arriba. Pronto, pasados unos pocos minutos de la hora prevista para el inicio de la primera sesión, se apagaron las luces de la sala y se encendieron las del escenario. Y allí apareció “Mickey y su banda” para comenzar a bailar a ritmo de rock ante las caras de asombro de los pequeños. Al famoso ratón se le fueron uniendo otros personajes, enlazando una canción con otra.
Pero no solo Mickey fue protagonista, ya que por el escenario del Auditorio también se pasó Mary Poppins, la famosa niñera capaz de llevar la alegría a cualquier hogar. Y, claro, una de sus principales armas son las canciones del filme. Con Mary Poppins, un clásico de Disney, compartió escenario otro personaje legendario, aunque llevado a la pantalla mucho después, como es Aladdin. Por supuesto, bailaron y cantaron juntos.
El espectáculo también incluyó malabares y un montón de sorpresas que fueron saltando al escenario sin que la música dejara de sonar en ningún momento. Todo el universo de Disney en el mismo espacio para que lo gozaron los niños de Oviedo en una doble sesión que difícilmente olvidarán.
