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El aguaducho del Parque de Invierno abre este sábado tras seis años sin actividad

"Queremos convertirlo en un gran centro de ocio", dice el adjudicatario del local hostelero municipal, que estudia ofertar rutas en bicis eléctricas

Varios transeúntes, pasando junto al aguaducho del Parque de Invierno esta semana. | L. B.

Acompañar una oferta hostelera de calidad con una atractiva programación musical e incluso la posibilidad de hacer rutas en bicicleta eléctrica por uno de los pulmones verdes de la ciudad. Esos son algunos de los principales planes con los que el empresario Aurelio González-Alverú aspira a convertir el aguaducho del Parque de Invierno en un espacio de referencia para al menos los habitantes de los barrios colindantes. "Queremos convertirlo en un gran centro de ocio", sostiene el emprendedor, inmerso en los preparativos para reabrir el local hostelero municipal este sábado tras seis años cerrado.

González-Alverú afronta esta apuesta empresarial con la ilusión de dar a los vecinos y visitantes nuevos motivos para echarse a la calle y disfrutar del parque de Invierno. "Nuestra intención es crear un sitio en el que se pueda tomar el vermú, tapear, tomarse unas copas e incluso organizar cenas de grupos con excelentes vistas y un amplio abanico de actividades como reclamo", indica, reafirmando su voluntad de "organizar actividades constantes".

La puesta en marcha de todos esos servicios llevará su tiempo. El sábado tendrá lugar una ceremonia de reinauguración en torno a las ocho y media de la tarde y posteriormente se tomarán "tres o cuatro días" cerrados para rematar la decoración del equipamiento. A partir ahí, los planes para dinamizar la actividad del nuevo restaurante serán muchas. "Estudiamos ofrecer rutas en bicicleta eléctrica, aunque sería una apuesta más a medio plazo", desvela acerca de unos planes que cumplen con la aspiración del primer teniente de alcalde, Nacho Cuesta, de recuperar el establecimiento como servicio para dinamizar la actividad económica en esta parte del casco urbano de la capital.

La concesión del restaurante tiene una duración de cinco años. Un lustro que el empresario confía en completar con éxito y dejar atrás seis años de inactividad de un equipamiento que en su última etapa de apertura al público naufragó en un difícil contexto. "Ahora la gente tiene más ganas de salir y el sitio es precioso", declara Inmaculada Iglesias, residente en la calle González Besada, quien a diario suele caminar por el Parque de Invierno y echaba de menos algún tipo de negocio hostelero en el mismo. "A veces piensas que es triste no poder ni tomarse una botella de agua", asegura.

Para llevar a buen puerto la puesta a punto del aguaducho, la concejalía de Infraestructuras que dirige Nacho Cuesta contrató a finales de primavera unas obras urgentes que ahora han permitido sacar a concurso el local de titularidad municipal a cambio de un canon de 10.500 euros anuales y la condición de que esté abierto todo el año –con excepciones por el descanso del personal.

Esta reapertura forma parte de un paquete de medidas para mejorar el Parque de Invierno, en el que se incluyen también los trabajos para rehabilitar la pasarela peatonal de la zona verde o la colocación de pasamanos en sus escaleras.

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