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Roberto Verino Diseñador de moda; la exposición "#estiloverino" repasa sus 40 años de carrera en el Auditorio

"Hay que mirarse al espejo y verse reflejado, desnudar el alma con el vestido"

"La Reina es una magnífica embajadora de la moda española, la cuida, y si no fuese por ella, fuera lo tendríamos más difícil"

Roberto Verino, ayer en Oviedo. | Fernando Rodríguez

Roberto Verino (Verín, Orense; 1945) conmemora sus primeros 40 años de carrera en la moda con una exposición fotográfica, "#estiloverino", que es una de las últimas contribuciones que su hija, Cristina Mariño, hizo a la firma. Estaba destinada a ser su heredera al frente de la empresa y el pasado verano falleció, a los 52 años. A Verino se le nota el esfuerzo que hace para mantener la compostura cuando habla de ella. Ayer les mostró a los Reyes y a sus hijas esas imágenes seleccionadas por su hija, con sus creaciones en el cuerpo de grandes modelos o de mujeres anónimas. Para el resto de los ciudadanos, la exposición seguirá abierta hasta el 2 de noviembre en el Auditorio.

–Cuarenta años en la moda, nada menos.

–Más, cuarenta son con marca propia. Yo me fui a estudiar Bellas Artes a París a los 17 años, soy el tercero de siete hermanos y me parecía que lo justo era trabajar para ayudar a la economía familiar. Hice trabajos bastante convencionales, hasta que por una feliz coincidencia, una empresa de moda me contrató. La alta costura estaba pasándose al "prêt-a-porter" y había una gran demanda de gente salida de las escuelas de arte. Encontré un mundo que no conocía, que me cautivó y me hizo involucrarme. Tanto me involucré que la empresa francesa con la que trabajaba me propuso volver a España y montar una delegación desde Verín.

–¿Con que elementos construyó su marca?

–Siempre he intentado ofrecer a mis clientes soluciones, que sus compras fueran inversiones y no gastos, y piezas que pusieran en valor su identidad. Vestirse es una necesidad vital, se trata de mirarse al espejo y verse reflejado, desnudar el alma con el vestido, ser tú, tú de verdad. Cuando no es así vas disfrazado, llevas algo que te está denunciando: tu imagen no responde a tu realidad.

–¿Ve a mucha gente disfrazada por la calle?

–Sí, sí, a mucha. Mucha gente confunde estar bien con aceptar lo que imponen las modas. Esa es una tiranía de la que yo me aparto. Propongo prendas que tú lleves, no que la prenda te lleve a ti, y que las puedas utilizar de muchas maneras, en el trabajo y en ocasiones especiales, que compongan un armario emocional, como un diario personal.

–Hay ropa tan barata que los jóvenes compran y tiran.

–Porque es más barato que lavar. Los mismo jóvenes que nos reclamas productos ecológicos y reciclables son los que van a una tienda con 20 euros y salen con la bolsa llena. Cuando te ofrecen precios que no se justifican algo raro está pasando. La conciencia social aún no ha llegado a comprender que es preferible menos, de más calidad y usado de manera consecuente.

–¿La prenda más antigua que guarda en su armario?

–Tengo un chaquetón heredado de mi padre, que lo disfrutó mucho tiempo, y yo lo conservo y lo pongo de vez en cuando. Quizá tenga más de 50 años. Las prendas cuando las quieres las cuidas, y si están bien hechas perduran, por eso intento que mi estilo sea atemporal. Acabas haciendo tuyas las prendas, cada pieza tiene una historia que contar, pequeñas cosas que son las que nos hacen felices. Aprovecha el día a día y sé feliz con lo que te pones, la vida es una. No malgastes el momento, ese es el estilo Verino.

"Hay que mirarse al espejo y verse reflejado, desnudar el alma con el vestido"

–¿Qué es la elegancia?

–Para mí está vinculada con la autenticidad, la tienes cuando eres tú y te manifiestas como tal.

–La moda es ágil rentabilizando la diversidad, las tallas grandes...

–La imagen de la exposición es la de una mujer que tenía 42 años y una talla normal fue hecha en un momento en que había un gran alboroto con la anorexia y se nos hacía responsables de los diseñadores –nosotros éramos el espejo, no la causa; lo mismo que está pasando ahora con lo trans–. En la moda hay mucha gente responsable, que no es oportunista ni hace trampas. Yo no puedo hacer más que cinco tallas, es lo que me puedo permitir con el espacio que puedo pagar, De ahí que nos tengamos que especializar, cada uno en un tallaje. Cada uno de nosotros somos distintos, nos tenemos que conocer, cuidar y si tu forma de cuidarte es disfrutar de lo que comes y eso te pone dos o tres kilos más acéptalo y no te flageles.

–La economía circular ha llegado a la moda.

–El mundo no puede permitirse el lujo de agotar los recursos y la mejor forma de ser sostenibles es comprando lo correcto, pero con eso solo no basta, hay que reducir costes que perturban, elementos que no añaden valor, hay que trabajar en cercanía y poner en valor en los oficios de la moda, que si no se acabarán perdiendo. El oficio de los sombrereros, no hay ya quien sea capaz de enseñar a los jóvenes...

–Hubo tiempos de gran apoyo institucional a la moda española.

–Era más ruido, mucho vamos a hacer, fotos y detrás no había tanto. Yo soy miembro creador de la Asociación de Creadores de Moda de España y la constituimos porque nos sentíamos bastante desamparados. La actitud de las mujeres ante los cambios sociales también ha ayudado al consumo, hasta que se ha estabilizado.

–¿Qué opina de la Familia Real, que hoy visitará su exposición, y la moda? ¿Y de que la Reina sea siempre tan cuestionada?

–La Reina es una fantástica embajadora, supongo que hace grandes esfuerzos para estar cada vez más guapa y mejor. Cuida la moda de España. Nosotros vamos por detrás de otros países en esta industria y, si no fuera por ella, fuera de España, lo tendríamos más difícil. Aquí siempre se critica todo y a ella como no la van a criticar.

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