La odisea de dar clase en La Corredoria

Clases masificadas, aulas habilitadas en barracones, pasillos atestados de alumnos, profesores sin despacho para realizar su trabajo, "estrés y ansiedad" entre el alumnado por la falta de espacios y muchos más "problemas de convivencia" que en otros centros educativos debido al exceso de estudiantes. Así es el día a día de la comunidad educativa del Instituto de La Corredoria, un centro que fue construido para dar servicio a unos 650 alumnos y que, hoy en día, alberga a más de 1.200 personas entre profesores y estudiantes. "Hay días que coincidimos hasta cuatro clases de diferentes cursos en el polideportivo, es decir más de cien alumnos haciendo deporte en el mismo espacio. Tenemos que hacer verdaderos esfuerzos para poder dar las clases, sobre todo si llueve", explica Raúl García, profesor de Educación Física.

Los profesores del Instituto de la Corredoria tienen muy claro que trabajar en este centro es mucho "más duro" que en otros de la misma categoría y por eso ayer volvieron a reclamar que se apruebe la inclusión del instituto en la categoría de los de difícil desempeño, una medida que premiaría con más puntos a los docentes –tanto a los interinos como a los funcionarios de carrera– por dar clase en La Corredoria de cara a cualquier concurrencia competitiva. "No estamos pidiendo que se les pague más a los profesores, lo que solicitamos es que se les reconozca ese difícil desempeño de cara a posibles oposiciones de los interinos o para los concursos de traslados de los funcionarios", afirma Borja Llorente, que es el secretario general de enseñanza de CC OO.

Llorente explica que la concesión del difícil desempeño está aprobada para La Corredoria desde el 7 de julio del año pasado, pero que "hay un retraso injustificado" y aún no ha entrado en vigor. "Seguimos esperando a que llegue al Consejo de Gobierno y a que salga publicada en el BOPA. Pero el temor del profesorado es que todo se quede en el olvido cuando el Gobierno regional entre en funciones por la próxima convocatoria de las elecciones autonómicas", añade el representante de CC OO, que ayer estuvo acompañando a los profesores durante la concentración que organizaron a las puertas del centro. La tardanza en la concesión de esos "premios" por trabajar en La Corredoria también afecta al funcionamiento del mismo y a la calidad de la enseñanza, según explica el director del instituto. "La concesión de ese difícil desempeño incentivaría la estabilidad de la plantilla y evitaría que cada año haya cambios tan drásticos. Es muy importante mantener los vínculos emocionales que se crean entre los profesores y los chavales para el crecimiento de los alumnos y en este instituto se cambia cada año entre el cincuenta y el sesenta por ciento del profesorado", asegura Francisco de Asís.

Marta Fernández, profesora de Geografía e Historia, lo tiene muy claro. "El difícil desempeño supone un reconocimiento para los que estamos trabajando en un centro con unas características mucho más duras que otros. Estamos en barracones por la masificación, un hecho que a su vez incrementa nuestra carga de trabajo", subraya.

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