Canteli pide al PP una nueva mayoría para «seguir siendo la mejor capital del Norte»

Canga promete una agencia europea en Oviedo y el Alcalde anuncia que externalizará pliegos y contratos para agilizar el Ayuntamiento

Por la izquierda, en primera fila, Queipo, Canga, Canteli, su mujer, Marta Suárez, Agustín Caunedo y Manuel Purón, en el acto del Calatrava. | Irma Collín

Por la izquierda, en primera fila, Queipo, Canga, Canteli, su mujer, Marta Suárez, Agustín Caunedo y Manuel Purón, en el acto del Calatrava. | Irma Collín / Chus Neira

Chus Neira

Chus Neira

Alfredo Canteli se puso ayer el traje de candidato y salió a darse un primer baño de militantes en la sala de cristal del Calatrava. Arropado por Diego Canga, por los dirigentes del PP local y regional y por su equipo, el Alcalde pidió todo el apoyo posible para lograr una nueva mayoría que le permita gobernar sin «lastres de los multigobiernos de la izquierda», sin el «cuatripartito de la vergüenza» y sin «pactos contra natura» y hacer que Oviedo siga siendo «la mejor capital del norte de España».

Canteli saluda a los militantes tras el acto del Calatrava. | Irma Collín

Canteli saluda a los militantes tras el acto del Calatrava. | Irma Collín / Chus Neira

Canteli ofreció un discurso largo y ancho. Tocó bastantes palos e insistió en la herencia envenenada, en forma de deuda histórica, que los gobiernos socialistas tienen con la ciudad. Por si había alguna duda, quiso dejar claro que él es de Canga pese a su amistad con Barbón, una cuestión práctica, contó, porque al llegar al Ayuntamiento se dio cuenta de que todo dependía del Principado y prefirió buscar «consensos» para llegar a acuerdos como el de La Vega. «Mi único candidato a Presidente del Principado es Canga».

Al PSOE le dedicó una lista larga de agravios. Dijo que los presidentes regionales socialistas «de Pedro de Silva a Barbón», «miraban al mar con mucho más cariño que a la Catedral». Que algunos tenían «resentimiento pueblerino» y que, «si Gijón estuviera en el mapa donde está Oviedo, el AVE llegaría este año a la calle Uría». «En los genes del PSOE está el odio contra lo que representa Oviedo», resumió. El traslado de Minas a Mieres o la parálisis del Plan del Cristo, citó, ejemplifican esta deuda histórica a la que opuso un final feliz, el que traerá «el triángulo mágico». Con él en el Ayuntamiento y con Feijoo y Canga como presidentes, «recuperaremos todas las inversiones que el socialismo nos negó desde su primer ejecutivo».

Hubo también referencias a las últimas agitadas semanas de crisis política en el Ayuntamiento y ataques expresos a Cristina Coto (Vox), Wenceslao López (PSOE) y los dos concejales que siguen en Ciudadanos (Pacho y Pereira): «Los cuatro están viviendo sus minutos de la basura y en ese pozo no nos van a encontrar».

Frente a todo ese desgobierno propuso «sensatez» (su lema), concluir las obras en marcha y acabar la nueva transformación de Oviedo para el siglo XXI. Y un primer anuncio de campaña: agilizar el funcionamiento del Ayuntamiento creando una oficina técnica para externalizar la redacción de pliegos y contratos.

El discurso de Canteli, leído, largo y tasado, tuvo un prólogo y un epílogo más en el estilo «campechano» al que tiene acostumbrado a sus seguidores. Si Diego Canga había realizado una serie de promesas, compromisos para Oviedo entre los que incluyó traer una agencia europea a la ciudad, que se haga la Ronda Norte, impulsar el Cristo y que Minas no se vaya a Mieres, Canteli le dijo que «ya tenía comprado» un «banquín» para ponerse con un cojín a la puerta de su despacho en Presidencia para reclamarle todo lo que había ofrecido.

El epílogo, después de los aplausos, los militantes en pie y la música de épica-rock mitinera, cuando pidió que le abrieran el micro y explicó por qué había subido al escenario a su mujer, Marta Suárez: «Es la que me riñe, mi apoyo, la que me elige la chaqueta o me manda cambiar la corbata, o los calzoncillos si hace falta, pero no me deja salir de casa si no voy impecable».

Los concejales Mario Arias, Nacho Cuesta, Leticia González y Concha Méndez tuvieron su breve intervención, como el presidente regional, Álvaro Queipo, y el de Nuevas Generaciones, Manuel Purón. El acto lo abrió, telonero muy aplaudido, el presidente local, Agustín Iglesias Caunedo, que pidió aplausos para todos los candidatos históricos del PP y hasta los que no irán en la lista este año.

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