Juan Fernández García, el ovetense que perdió la vida tras chocar contra un kamikaze en Madrid: "Era un hombre que siempre quería ayudar"

Oviedo llora el fallecimiento de este vecino de San Claudio, que era un amante de las motos muy conocido en el sector hostelero

La intevención de los efectivos del 112 de Madrid.

La intevención de los efectivos del 112 de Madrid. / EFE/Emergencias Madrid 112

El luto, las lágrimas y mucha tristeza inundaron este sábado la localidad ovetense de San Claudio. El trágico fallecimiento del vecino Juan Fernández García tras chocar contra un kamikaze en la M-50 de Madrid cuando se dirigía con su pareja Clara y su hijo Martín de 4 años a Roquetas de Mar (Almería) para pasar unas vacaciones dejó en estado de shock a los muchos que despidieron a la familia en la noche del viernes. "No nos lo creemos todavía", coincidían varias personas del entorno de la pareja, ligeramente consolados tras conocer que la mujer y el pequeño estaban fuera de peligro.

Juan Fernández, más conocido como "Juanín el de Cima", la empresa de distribución de bebidas para la que trabajaba, era especialmente conocido en el sector de la hostelería. "Tenía un gran don de gentes para su trabajo y la vida en general", explica el amigo de la familia Luis González, quien se refiere igualmente al fallecido como "una persona siempre dispuesta a ayudar a los demás".

La pareja era muy habitual de hacer quedadas con los amigos. "Pasaron a eso de las diez a despedirse, se iban muy contentos. No es justo", comentó, embargado por la emoción, David García, del restaurante Las Palmeras de San Claudio, uno de los establecimientos de los que la familia era asidua. "Por su oficio era especialmente conocido en el sector hostelero", comentas quienes conocieron a un hombre criado en el entorno de la popular plaza ovetense de Pedro Miñor, que tras casarse y ser padre decidió trasladar su residencia a las torres de pisos levantadas frente a las a las escuelas de esta población.

Si bien el trabajo y la familia eran su prioridad, Juan también sacaba algún tiempo para disfrutar de su otra gran pasión: las motos. Curiosamente, la carretera, esa que amaga recorrer sobre dos ruedas, sería finalmente la que le segaría su vida sin culpa alguna. "No hay derecho a que ocurran estas cosas y siempre paguen los inocentes", proclamó una amiga de la familia tras conocer que "Juanín el de Cima" se había ido para siempre tras encontrarse enfrente a un kamikaze, cuyos motivos para circular en sentido contrario están siendo objeto de investigación.

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