Infancia de otra época en Tudela Veguín

"Son las mejores fiestas del año, las esperamos con muchas ganas", así expresa Angimar Calderón la emoción que siente por los festejos de Tudela Veguín, lugar al que llegó hace siete años desde su país natal, Venezuela. Acompañada de sus dos amigas Ainhoa Moreiras y Aitana Olmedo, está esperando a que le toque el turno para la sesión de maquillaje, uno de los platos fuertes de las actividades infantiles que tuvieron lugar ayer en la plaza de Corea de la localidad ovetense.

Los juegos para niños se llevan realizando desde 2016, pero cada año la Sociedad de Festejos de Tudela Veguín (SOFETUVE) prepara alguna novedad. "En esta ocasión hemos querido hacer juegos tradicionales, los que jugábamos en nuestra infancia para que no se pierdan", explica Verónica Llaneza, secretaria de la asociación. Todo un clásico es el juego de la manzana, en el que los más pequeños tuvieron que morder esta fruta con las manos a la espalda. El primero en terminar y proclamado campeón fue Ignacio Martínez, un veguinense de trece años que lleva acudiendo a las fiestas durante toda su vida. "El truco es poner en el hombro la manzana", confiesa, al mismo tiempo que señala que él es más de maña que de fuerza, y por eso otro de sus juegos favoritos fue la pesca, que tuvo mucho tirón entre los más pequeños.

Tampoco faltó en estas fiestas de pueblo todo un clásico como es el juego de las sillas, al que ayer también se sumaron adultos como Carmen Crespo y su amiga Marisa Pulgar, ambas de Tudela Veguín de siempre. "Aunque antes hubiera muchísimo ambiente en las fiestas y la gente se animara más, la esencia sigue siendo la misma de siempre", dice Pulgar.

Al mismo tiempo que los niños y los adultos más fiesteros disfrutaban de las actividades, otros preferían tomarse algo en el bar de la plaza, o sacar fotos y vídeos del divertido panorama. Ruth Barrul es una de las madres que disfrutan viendo a sus hijos en las actividades, "lo que más les está gustando es la pesca y maquillarse", comenta Barrul que, además, tiene la suerte de tener los juegos debajo de casa, pues vive desde hace tres años en la plaza donde se celebran. "Está muy bien que se sigan haciendo estas cosas, que motivan a la gente y rompen con la rutina de siempre, dándole vida al pueblo", añade.

Ese es precisamente el principal objetivo de la comisión de festejos de la localidad. "Tenemos que luchar para que las fiestas salgan adelante y se estimule la zona rural, que está muy bien que haya actividades en San Mateo pero nosotros también pertenecemos a Oviedo", afirma Verónica Llaneza, que coincide con Roberto Suárez, también miembro de la asociación, en que el tema de los permisos por parte del Ayuntamiento de Oviedo "es excesivo".

Sin embargo, las fiestas salen adelante con un tercer día por todo lo alto. El pistoletazo de salida de hoy lo dará la concentración de coches clásicos. Más tarde tendrá lugar al mediodía la misa con los legionarios escoltando la procesión y una comida de hermandad. La novedad de la noche la protagonizarán cuatro grupos de artistas locales que pondrán ritmo a la verbena. Pues como bien reconocen vecinas del pueblo, "aunque estas no sean las mejores fiestas del mundo, para los veguinenses sentimentalmente sí lo son".

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