Bueño, una Navidad con mucha estrella

"Hay un involucramiento total. Más que nunca". Así de rotundo se muestra Belarmino Fernández del Valle, presidente de la Asociación Cultural de Bueño, a la hora de referirse al ambiente navideño sin parangón vivido por la localidad de Ribera de Arriba. "Casi todas las casas y casi una treintena de hórreos tienen luces o motivos navideños", apunta el directivo, quien destaca igualmente el gran éxito de público cosechado por el nacimiento instalado en la capilla. "Está viniendo muchísima gente de otras localidades", añade.

Todo empezó a raíz de una escueta nota de la asociación cultural pidiendo que cada vecino, "en la medida de sus posibilidades", contribuyera a engalanar las calles de Bueño de cara a las fiestas navideñas. El resultado superó con creces todas las expectativas generadas. "Hay un involucramiento total de los vecinos. Estamos contentísimos", indica.

Además del amplio despliegue luminoso, los vecinos han tirado de creatividad y recursos para llenar sus fachadas, antojanas y hórreos con todo tipo de elementos festivos. Desde figuras de galletas de jengibre hasta los Reyes Magos, pasando por Papá Noel, trineos y figuras con forma de regalos. Todo ello extendido hasta otros puntos de encuentro local como la fuente, donde también hay luces, o el centro cultural, donde la iluminación incluye una leyenda felicitando las fiestas a todos los vecinos por cortesía de la Asociación Cultural de Bueño.

El belén merece mención aparte. La asociación cultural ha echado el resto para ofrecer un nacimiento de nivel. Un ciclo de ocho minutos incluye figuras animadas y efectos especiales como el sonido de la tormenta, el amanecer o el cantar del gallo. "Las visitas son constantes, especialmente en fines de semana y festivos", apunta Berlamino Fernández sobre un belén que puede visitarse a diario entre las 16.00 y 20.00 horas, con excepciones los sábados, domingos y jornadas festivas, cuando la capilla abre sus puertas entre las 12.00 y las 20.00 horas.

La fiebre por la Navidad no parece ser flor de un día en Bueño. El aumento de la participación en la decoración del pueblo para estas fechas señaladas va en aumento en los últimos años. "Hay una piquilla sana, una competición buena porque cada vez la gente se esmera más en vivir estas fiestas", analiza Fernández.

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