El hondureño que agredió sexualmente a una menor tutelada en Oviedo será expulsado del país

El varón, de 25 años, reconoce los hechos, ocurridos en las fiestas de San Mateo de 2022, y acepta cinco años de prisión, que no cumplirá al abandonar España

Juzgados de Llamaquique.

Juzgados de Llamaquique. / LNE

El hombre de nacionalidad hondureña y 25 años acusado de agredir sexualmente a una menor tutelada por el Principado cuando esta tenía 15 años en las fiestas de San Mateo de 2022 será expulsado de España. El acusado reconoció esta mañana los hechos ante la sección segunda de la Audiencia Provincial y aceptó una pena de cinco años de cárcel, que será inmediatamente sustituida por una orden de expulsión. La víctima, actualmente en paradero desconocido, percibirá una indemnización de 20.000 euros, que ya han sido consignados por el autor.

Los hechos tuvieron lugar en la madrugada del 20 de septiembre de 2022 y el varón permanece en prisión provisional desde tres días más tarde. Concretamente, el joven está en la cárcel leonesa de Mansilla de las Mulas, desde donde esta mañana compareció en el juicio, celebrado a puerta cerrada, mediante una videoconferencia.

Fiscalía sostiene que sobre las cinco de la madrugada del día de autos, la menor estaba en la calle Mon, en el Antiguo, en compañía de varios amigos. En el lugar se encontraba también el procesado, que entabló conversación con una de las amigas de la menor, a la que conocía de vista, y le pidió que se la presentara.

En un momento dado, el procesado cogió la mano de la menor y le dijo: "Ven para abajo, que no nos vea nadie". La joven le contestó que no quería ir muy lejos porque tenía que ver a su amiga, pero el procesado le decía: "Más abajo, más abajo". La menor accedió y bajaron por la calle, besándose. Él se bajó entonces los pantalones, a lo que ella respondió que no quería. El procesado le pidió perdón, pero continuó con su actitud. A continuación, y aunque la chica insistía en que no quería relaciones, el procesado la agredió sexualmente, en la calle, hasta que la menor le propinó un fuerte empujón y le dijo: "Me voy".

La adolescente, muy alterada, llorando, se marchó corriendo, subió la calle y encontró a sus amigos, en un estado de gran nerviosismo. Sus amigos la introdujeron en un bar en la calle San Antonio y entraron corriendo hasta los baños del establecimiento. Empleadas del bar, al observar que habían entrado unos jóvenes que parecían menores, se dirigieron a los servicios con la intención de echarles, pero, una vez se percataron de lo ocurrido, llamaron a la Policía, que trasladó a la menor al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) para su examen.