Una segunda planta con tres restaurantes: así será el nuevo mercado del Fontán en Oviedo

El proyecto de reforma del mercado del Fontán contempla la construcción de una segunda planta que albergará tres restaurantes y un espacio polivalente pensado para el desarrollo de todo tipo de actividades culturales, entre las que se incluyen "pequeños conciertos". Si se cumplen los plazos que baraja el Ayuntamiento, las obras darán comienzo a finales de este mismo año y estarán terminadas en un plazo que no superará los doce meses. "La tramitación administrativa ya está en marcha. Ya hemos enviado el proyecto a dirección general de Patrimonio –el Fontán es un edificio protegido– y en cuanto tengamos el visto bueno sacaremos los trabajos a licitación", explica el concejal de Infraestructuras y Planeamiento, Nacho Cuesta, que ayer se reunió con los representantes de los partidos de la oposición para hablarles de los detalles de una actuación basada en el diseño del arquitecto gaditano Sergio Navarro Millán.

Entre otras cosas, Cuesta les dijo que el coste total de la reforma supondrá un desembolso de 4,3 millones de euros y que 2,4 de ellos se pagarán con los fondos europeos que se le concedieron en su día a Oviedo para ejecutar este proyecto (Next Generation). El concejal está convencido de que ese dinero llegará a pesar de que una de las condiciones para recibirlo era que las obras del Fontán estuviesen totalmente terminadas el 30 de junio de este año. "Estamos hablando con el Ministerio de Economía para que se amplíe ese plazo. No en vano saben que era imposible acabar los trabajos en tan poco tiempo porque los trámites son largos, sobre todo teniendo en cuenta que el Fontán es un entorno protegido y que entran en juego más administraciones", dice Cuesta.

El edil de Infraestructuras y Planeamiento también contó a los partidos de la oposición que el proyecto de Sergio Navarro Millán incluye la reforma y modernización de todos los puestos comerciales que actualmente están ubicados en el Fontán, que serán reconstruidos para hacerlos más atractivos con paneles fenólicos o krion, un material similar a la piedra natural. Eso sí, aunque cambiará su estética, no se modificará el número de puestos y cada uno de los comerciantes se mantendrá en el mismo espacio que ocupa ahora mismo una vez que se terminen los trabajos.

Nacho Cuesta asegura además que el Fontán no cerrará sus puertas en ningún momento durante todo el tiempo que duren las obras. Los trabajos se ejecutarán por fases, lo que permitirá que los comerciantes que ocupan la parte central del mercado sigan trabajando en el interior mientras son renovados los puestos del perímetro y viceversa. La idea es que los propietarios de los puestos sean instalados en el exterior del mercado –protegidos "por una carpa" o con otro sistema que se determine en su momento– mientras duran las reformas de sus espacios en el interior.

La actuación incluye además una renovación del sistema de cubierta del mercado y la colocación de una "doble capa de vidrio" en las paredes para garantizar la eficiencia energética del edificio, una de las metas que persigue Europa con la concesión de los fondos Next Generation. "La reforma del Fontán es un proyecto muy ambicioso con dos finalidades principales: ampliar y diversificar su oferta comercial y convertir el mercado en el motor de una economía circular trascendental para conseguir revitalizar el casco histórico desde el punto de vista urbanístico y social", subraya Nacho Cuesta.

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