El instrumento más español renueva sus sonidos en las manos del ovetense Roberto Martínez

Tres siglos de música para guitarra desfilaron ayer ante el público que abarrotó el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA para escuchar al concertista Roberto Martínez, músico y exprofesor de guitarra del Conservatorio Superior "Eduardo Martínez Torner", de Oviedo.

Roberto Martínez, a quien introdujo Carmen Aréchaga, vicepresidenta de Tribuna Ciudadana, dedicó el recital a la memoria del compositor y guitarrista clásico Andrés Segovia ( 1893-1987) y a Antonio de Torres Jurado (1817-1892), considerado el padre de la guitarra española moderna. "Gracias a ellos estoy hoy aquí", aseguró el músico, que también mencionó la labor fundamental de Narciso Yepes en pro del instrumento español por excelencia.

En el preámbulo del concierto, Martínez destacó la gran evolución experimentada por la guitarra a lo largo del tiempo. "En el siglo XVIII perdió sus dobles cuerdas y su decoración barroca. Hasta el XIX, los únicos compositores que escriben música para guitarra son los guitarristas. En el siglo XX, muchos compositores descubren el instrumento gracias a grandes intérpretes como Segovia y Yepes", resaltó. "Ellos fueron los impulsores del cambio en el repertorio, y las obras de Joaquín Rodrigo, Mario Castelnuovo-Tedesco, Federico Moreno-Torroba, Joaquín Turina, Manuel M. Ponce, Alexander Tansman y Heitor Villalobos son buena muestra de ello", añadió.

El programa, aplaudido al máximo por el público, incluyó Variaciones de Fernando Sor; Seis obras originales de Francisco Tárrega, varias composiciones de Moreno Torroba y la Canción y Danza Nº. 1 de Antonio Ruiz-Pipó.

"Mi afición por la música se despertó en la adolescencia; formé parte de grupos de folk y música hispanoamericana y colaboré con el guitarrista Víctor Luque", explicó. Su pasión por la música clásica surgió en el Coro Universitario, bajo la dirección de Luis Gutiérrez Arias. Roberto Martínez estudió música y guitarra en los conservatorios de Oviedo, Valladolid y Madrid, con Jaime Catalá, Demetrio Ballesteros, Anri Shibata, Flores Chaviano y Gerardo Arriaga.

Siempre compatibilizó su labor como profesor con la actividad concertística. Formó parte de agrupaciones como el Trío Gragnani (flauta, violín y guitarra), Aula de Cámara (trío de cuerda con guitarra), Cámara de Jazz (piano, guitarra, contrabajo y batería) o el cuarteto de guitarras Entrequatre con el que a lo largo de 10 años estrenó más de cuarenta obras y dio conciertos y clases magistrales por medio mundo.