El caos y lo imprevisto se hacen cotidianos en Bueño

"Cinco minutos pueden marcar la diferencia entre lo ordenado y lo caótico", dice en el Aula de Matemáticas el catedrático Fernández Sanjuán, al que presentó José Ángel Rodríguez

Miguel Ángel F. Sanjuán.

Miguel Ángel F. Sanjuán. / L. Murias

"El universo no es tan predecible como lo imaginamos. Hay veces que el orden se rompe y no podemos tener un método para predecir los fenómenos". Fue una de las ideas que desprendió la conferencia de Miguel Ángel Fernández Sanjuán en su paso por el Aula de Matemáticas de Bueño (Ribera de Arriba). El Catedrático de Física por la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid y académico numerario electo de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de España, bajó a la tierra sus trabajos en dinámicas no lineales y en la teoría del caos. Otro catedrático, José Ángel Rodríguez Méndez, profesor de Análisis Matemático en la Universidad de Oviedo, actuó como presentador antes de dar inicio a la charla.

Rodríguez Méndez es uno de los mayores especialistas en sistemas dinámicos de la región desde un punto de vista matemático. Ha estudiado junto a su grupo durante décadas todo aquello que no se puede predecir. Pero el caos del que hablaron en Bueño estos investigadores no es el de la principal acepción de la palabra en el diccionario. "Para los físicos y los matemáticos el caos significa que muchas situaciones del universo para las que tenemos asociada una idea de orden, no son tan predecibles como imaginamos", explicó el principal ponente. Los ejemplos de la teoría del caos están muy presentes en la vida cotidiana.

El tiempo, los terremotos o las crisis bancarias son fenómenos incalculables a largo plazo

Cinco minutos más pronto o más tarde pueden marcar la diferencia entre una situación de orden o de caos, como puede ser un atasco, un accidente o un encuentro inesperado. El tiempo atmosférico, los terremotos, los volcanes o las crisis bancarias son otros de los fenómenos que no se pueden predecir a largo plazo. La meteorología explicada a través del sistema de Lorenz, fue otro de los puntos en lo que hizo más énfasis el ponente. El concepto, introducido en 1963, trata mediante ecuaciones las dinámicas que se producen en la atmósfera terrestre. El grupo de trabajo de Fernández Sanjuán también estudia los ciclos solares utilizando técnicas de dinámica no lineal. Tampoco se pueden predecir algunas enfermedades, como la epilepsia.

Miguel Ángel F. Sanjuán. | L. Murias

José Ángel Rodríguez Méndez. / LNE

Fernández Sanjuán se encuentra inmerso junto a su grupo en estudios al respecto. "Podemos tener métodos para controlarla, pero no para saber si aparece", dijo. En la caracterización de fenómenos epilépticos colaboran investigadores de distintos países, como Finlandia, Estados Unidos, India o China. El ponente también aportó luz sobre la diferencia entre emergencia y urgencia y explicó conceptos matemáticos como el fractal: un objeto geométrico en el que una misma estructura que parece irregular, se repite a diferentes escalas y tamaños.

Por último, se habló de dos procesos muy curiosos en la naturaleza que a los científicos les ha costado mucho descifrar y con el que siguen enredados: el movimiento de las bandas de estorninos y cómo se produce el brócoli romanesco. En el caso de las aves, un modelo matemático determinó la reacción colectiva frente a los individuos que aceleran o disminuyen su ritmo de vuelo. Mientras que la forma atípica del brócoli romanesco, se explicó en un estudio por la producción cada vez más rápida de tallos que fracasan en su intento de convertirse en flores.

"Podemos controlar la epilepsia, pero no saber cuándo va a aparecer", explica Sanjuán

Tras la conferencia, organizada por el director del Aula de Matemáticas, Juan Luis Vázquez, se abrió un turno de preguntas para llevar a cabo un pequeño debate entre la curiosidad del público. La actividad no cesa y la próxima conferencia del Aula tratará sobre la inteligencia artificial y la respuesta que la ciencia y la tecnología le están dando. Además, también se prevé una tercera que versará sobre el mundo de las señales e imágenes, temas de actualidad en diferentes en diferentes profesiones y rango de edades.

Los títulos de Matemáticas y Física y, en especial, el doble grado cada vez tienen mayor tirón entre los estudiantes universitarios. A aquellos que se quieran dedicar a la investigación, Fernández Sanjuán les aconseja que "pongan empeño, entusiasmo y ganas" y que se inclinen por aquellos temas que más les gusten dentro de su área.

"Si sienten una pasión, que la sigan. Tiene que estar preparados porque les van a venir dificultades de muchos tipos", añadió. Y como dice el refrán, da un papel importante a la "madre" de la ciencia. "Me atrevería a decir que hay que tener paciencia. Las cosas no llegan a la primera en ningún ámbito de la vida y menos en la investigación", zanjó.