El nuevo escudo contra inundaciones de Bueño pasa con nota el primer chaparrón

"Llevé una gran alegría", dice el alcalde de Ribera de Arriba tras ver cómo el sistema de drenaje evitó que varias casas quedasen anegadas

El nuevo sistema de recogida de aguas pluviales de Bueño.

El nuevo sistema de recogida de aguas pluviales de Bueño. / LNE

Jarreó durante horas, pero esta vez no hubo ni casas inundadas ni rescates de vecinos. El alcalde de Ribera de Arriba, Tomás Fernández, mostró ayer su satisfacción por ver cómo el nuevo sistema de drenaje de Bueño, aún pendiente de remates, pasó con nota su primer gran examen. La abundante lluvia caída el pasado lunes podría haber anegado al menos media docena de viviendas. No fue así por la eficacia del nuevo sistema de captación de aguas pluviales construido junto a la casa de los Bárcena. "Llevé una gran alegría al ver lo bien que funcionaba", reconoce Fernández.

La inversión de 400.000 euros para construir una gran captación en forma de embudo, capaz de recoger toda el agua venida del monte Faxera, al norte de Bueño, permitió a un buen número de vecinos de la zona del estanco dormir tranquilos. "Aunque llovió muy deprisa, el sistema funcionó a la perfección", subraya el regidor, encantado también con la capacidad de evacuar agua demostrada por las bombas instaladas por el Ayuntamiento en Vegalencia.

Las obras del nuevo sistema, ideado por el ingeniero de caminos Juan José Tielve, permiten trasladar el agua desde la parte superior de la casa de los Bárcena hasta la parte baja del río, valiéndose de unos nuevos tubos, con casi cuatro veces más de diámetro que la red de evacuación de aguas preexistente. "Es un sistema pensado para acabar con el 90% de las inundaciones del pueblo", explicó en su día Tielve.

A pesar de este gran salto en la lucha contra las inundaciones, los vecinos de Bueño no se sienten todavía del todo seguros. Los expertos apuntan a que solo el 10% de las inundaciones registradas hasta ahora se producían por crecidas excesivas del río. Aunque dichas crecidas no suelen coincidir con la bajada de grandes cantidades de agua desde el monte, el Ayuntamiento de Ribera también tiene en mente medidas para responder a una tormenta perfecta en la que confluyan ambos episodios. Una marca en la escollera de la parte baja del río dará la voz de alarma. Cuando el agua la sobrepase, querrá decir que el nuevo sistema de drenaje ya no es efectivo. El caudal será tan alto que impedirá evacuar el agua por la nueva red.

Los estudios apuntan a que esta situación extrema puede ocurrir una vez "cada diez o veinte años". La solución para estos casos es la instalación de una clapeta a la altura de Rebolón en la que se cierre el desvío de aguas al río, reconduciéndolo hacia Las Caldas. Esta solución pasa por unas futuras obras dependientes de la Confederación. El Ayuntamiento espera que el proyecto fructifique.

Los expertos consultados por el equipo de gobierno socialista apuntan a que, de completarse esta nueva infraestructura, las probabilidades de sufrir inundaciones de consideración en Bueño se verían reducidas a la mínima expresión. Además, supondrían una mayor garantía de efectividad para la reciente inversión de casi medio millón de euros acometida por el Ayuntamiento riberense.

De momento, Ribera de Arriba espera ultimar las obras de remate y asfaltado de los terrenos levantados para convertir en realidad su recién estrenado escudo contra las inundaciones. Las previsiones apuntan a nuevas lluvias en los próximos días. Antes de las obras, los vecinos estarían en vilo y mirando al cielo. Ahora, sus ojos miran al nuevo sistema de drenaje exitosamente estrenado.

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