El cumpleaños más feliz de Líber la del estanco, la mujer que siguió en un Seiscientos al Oviedo por los campos de Tercera

La popular vecina de Cerdeño reúne a 150 personas en una fiesta sorpresa por su 90.º cumpleaños

Líber Corzo, en el centro, con sus hijos Carmen e Higinio Valdés y con el comedor repleto de amigos y familia a sus espaldas.

Líber Corzo, en el centro, con sus hijos Carmen e Higinio Valdés y con el comedor repleto de amigos y familia a sus espaldas. / Miki López

Cuando una mujer nonagenaria consigue que 150 personas se reúnan para organizarle una fiesta sorpresa de cumpleaños es que a lo largo de su vida ha hecho méritos de sobra como para ganarse el cariño y el respeto de todos los que la rodean. Es el caso de Libertad Corzo Martínez, Líber, la del estanco de Cerdeño, que ayer fue homenajeada en Tiñana, durante una comida en la que estuvo rodeada de familiares y amigos. "Todo el mundo la quiere porque es una persona servicial, cariñosa, extrovertida y genial. Primero estaba en el bar de su madre, en Casa Lucrecia, donde servían los mejores callos de Oviedo, y después en un estanco en el que también había administración de lotería. Se ha ganado el aprecio de todos, desde los más jóvenes hasta los más mayores, y por eso todo el mundo se apuntó a la fiesta en cuanto lo propusimos", explica Palmira Huerta, una de las organizadoras, feliz por haber llenado el espacio reservado en el Llagar de Quelo.

Cuando Líber entró en el comedor casi le da un patatús. Allí estaban sus amigos de Abuli, Villamiana, Limanes, Faro, los "chavales" que en su día asistieron a la escuela de Lita, sus hijos, sus nietos... La mujer echó las manos a la cabeza y se le saltaron las lágrimas cuando todos los asistentes le cantaron el cumpleaños feliz –la mujer hizo los 90 el pasado mes de diciembre, pero en ese momento estaba un poco pachucha y la fiesta se pospuso– y esa que dice que es una "chica" excelente. "Yo sospechaba algo, pero no podía imaginarme algo así. Me dijeron que íbamos a una espicha y como yo no me pierdo algo así siempre que puedo acepté encantada", señala Líber con esa gracia que la caracteriza.

Y es que la mujer está "como un cañón" a pesar de ser nonagenaria. Los que la conocen aseguran que siempre ha sido así, "activa, positiva y capaz de generar buen rollo" allí donde va. Ayer, cerca de la mesa presidencial, donde Líber se sentó con sus hijos y su familia más cercana, había una pancarta azul felicitándole el cumpleaños con el dibujo de un Seat 600, un coche como el suyo, el que lleva a los partidos del Real Oviedo con una bandera de Asturias luciendo en la antena y con el que fue a todas partes para seguir a su equipo del alma. Por eso el azul de la pancarta. "Cuando el Oviedo estaba en Tercera fue con el Seiscientos a todos los campos de Asturias. Tiene el carné de conducir desde el año 1964, cuando ver a una mujer al volante provocaba comentarios de todo tipo. Fue una pionera en todo", señala Pepi Crespo, otra de las asistentes al homenaje.

Libertad Corzo Martínez nació el 13 de diciembre de 1933. El nombre se lo puso su padre, republicano hasta las trancas, pero con la llegada de la dictadura se lo cambiaron en el registro por el de María Luz. Tardó hasta el año 2010 en recuperarlo, pero durante todo ese tiempo ella siguió siendo Libertad para los suyos y también demostrando ser una persona "libre" y muy querida por todos. "Todavía no me lo creo. La sorpresa ha sido enorme. Es un orgullo poder presumir de tener todos estos amigos", señala la mujer.

Suscríbete para seguir leyendo