El viaje olímpico del Loyola arranca con el campeón Samuel Sánchez

Los 670 alumnos de Infantil y Primaria del colegio desfilan en la ceremonia inaugural de sus Juegos

Samuel Sánchez, durante el encendido simulado del pebetero, con alumnos y profesores al fondo.

Samuel Sánchez, durante el encendido simulado del pebetero, con alumnos y profesores al fondo. / Luisma Murias

Cuando los alumnos del colegio Loyola-Padres Escolapios llegaron ayer a clase no sabían que iban a participar en la ceremonia inaugural de sus particulares Juegos Olímpicos. Aros olímpicos y medallas con los nombre de Rafa Nadal, Marc Gasol y Ana Peleteiro decoraban las paredes del centro para sorpresa de los 670 estudiantes de Infantil y Primaria que, minutos después, iban a desfilar por el patio y trasladar la llama olímpica coincidiendo con la jornada en la que se encendió en Grecia para comenzar su viaje hacia París, que albergará la cita deportiva este verano.

El último relevo y el encendido simulado del pebetero fue realizado en el centro ubicado en la falda del Naranco por el ciclista ovetense Samuel Sánchez, campeón olímpico en Pekín, en 2008. "Este es el pistoletazo de salida de los Juegos Olímpicos Escolapios", aseguró el deportista, que recordó aquel 9 de agosto de 2008 cuando se impuso a sus competidores. "Fue un evento que marcó un antes y un después en mi vida profesional. Lo recuerdo como un día inolvidable, que tengo siempre muy presente".

Sobre estas líneas, la comitiva portuguesa y, arriba, la delegación española que participó en el desfile. | Luisma Murias

La delegación española que participó en el desfile. / Luisma Murias

Ayer participó en otros Juegos Olímpicos, con 27 países representados por los estudiantes de Infantil y Primaria en un acto que tenía hasta mascota, "Pantaleo". Con una coreografía preparada por varias alumnas de 6.º de Primaria se inició la ceremonia de inauguración, en la que cada clase fue desfilando tras la bandera de un país, que portaba un profesor, y con banderines y una especie de sombreros. Todo hecho en clase aunque sin saber cuál era el destino del material. "Entré en el colegio y vi los aros olímpicos. No me esperaba nada de esto", apuntó Martín Palacio, alumno de 3.º de Primaria, antes de participar en el desfile. Elena Rodríguez, del mismo curso, indicó que el pasado año se trabajó sobre la Edad Media "y nos encantó".

El viaje olímpico del Loyola arranca con el campeón Samuel Sánchez

La comitiva portuguesa. / Luisma Murias

En el proyecto "Un viaje olímpico: descubriendo el espíritu deportivo", que arrancó en el colegio Loyola-Escolapios, tiene entre sus objetivos fomentar los valores fundamentales del olimpismo, estimular el interés por el deporte y cultivar un sentido de unidad y respeto. Es una iniciativa, explicó Heriberto Fernández, director general del centro, "interdisciplinar, con actividades en diferentes asignaturas, y abarca todo Infantil y Primaria".

La directora de esas dos etapas educativas, Ana Llavona, resaltó que "este viaje olímpico nos brinda la oportunidad de explorar, aprender y crecer juntos, inspirándonos en la grandeza de los Juegos Olímpicos, ya que la mejor medalla consiste en la satisfacción de estar con los que te rodean, dar el máximo y ayudar a los que te necesitan".

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