Arte fugaz para pedir el arreglo de la fábrica de loza

La antigua factoría de San Claudio alberga durante seis horas una muestra reivindicativa de 60 autores

Las obras de más de 60 artistas asturianos tomaron ayer durante seis horas y media (12.30 a 19.00 horas) la antigua fábrica de loza de San Claudio con motivo de una muestra efímera con aires reivindicativos. La iniciativa, denominada "I Bienal de Arte San Claudio", bajo el subtítulo de "Al Plato Vendrás" buscaba el doble objetivo de dar visibilidad al abandono de la centenaria planta y dejar en evidencia la necesidad de que Oviedo cuente con una sala de exposiciones permanente. A pesar de no estar muy publicitada, la muestra consiguió atraer a varios cientos de visitantes a lo largo de la jornada.

Pedro García, director de Dos Ajolotes Espacio de Arte, y el escultor Benjamín Menéndez fueron los "padres" de esta iniciativa surgida con ánimo de repetirse en un par de años. "Lo creamos con ánimo de bienal, pero la próxima la tendrán que organizar otros", aclaró García, subrayando que la elección de la frecuencia esconde el ánimo de intentar recuperar la desaparecida Bienal de Arte de la capital asturiana.

Los promotores señalizaron itinerarios seguros para que los autores participantes pudieran colocar sus obras en puntos de la fábrica cerrada desde abril de 2009, como las salas de hornos. "Es una iniciativa muy curiosa", explicó la visitante Mercedes Griñón mientras observaba obras de artistas como Cristina Moneo, Agustín García Benito o Fernando García Vela.

Más allá del arte, los organizadores y buena parte de visitantes pudieron disfrutar de una jornada de confraternización con pincheo incluido. Montaron una larga mesa con caballetes y tablas para una comida de "traje", es decir, con platos traídos de casa. "Nos pusimos de acuerdo para así pasar el día en la muestra, pues aquí no hay guardias ni nada", expuso García.

Muchos aprovecharon también para llevarse alguna de las miles y miles de piezas de loza abandonadas del complejo fabril inaugurado en 1901. "No pasa nada porque nos llevemos de recuerdo estas tazas y platos que no son de nadie", reflexionó en voz alta la ovetense María del Carmen García mientras se iba con una caja de material.

La iniciativa pilló por sorpresa a muchos vecinos de San Claudio, los cuales restaron importancia al hecho de que las instalaciones en estado de semirruina estuvieran ocupadas por tanta gente. "Las instalaciones pasaron a manos de Hacienda del Estado, pero están abandonadas y abiertas de par en par, así puede entrar cualquiera", indica el alcalde de San Claudio, Luis Miguel Fernández.

Llegadas las siete de la tarde, los cuadros y sus autores se fueron y tras varias horas de continuos chasquidos de piedras rotas por las pisadas de los visitantes, el silencio volvía a hacerse con las instalaciones. "Dejaremos todo recogido e incluso más limpio de lo que lo encontramos", promete Pedro García, satisfecho por el poder de convocatoria de un evento con el que espera, las administraciones se conciencien de la necesidad de apostar más por el arte y por la recuperación de un escenario emblemático del patrimonio industrial ovetense.

Suscríbete para seguir leyendo