La lección de vida de "Vladi", el perro que cayó por un acantilado en Llanes: "No hay que rendirse nunca"

"Es un milagro que se haya recuperado tan pronto", explica su dueña Elena Velázquez

La lección de vida de "Vladi", el perro que cayó de un acantilado en Llanes: "No hay que rendirse nunca"

Amor Domínguez

Desde este martes "Vladi" luce una "herida de guerra" en el hocico que le recuerda que el Martes de Campo volvió a nacer. Ese día, aprovechando la jornada festiva en Oviedo, salió a caminar junto a su dueña por la península de Borizu, entre las playas de Troenzo y Borizu, en la localidad de Celoriu (Llanes). Había hecho muchas veces ese trayecto pero en esta ocasión la intensa vegetación le jugó una mala pasada y cayó al mar desde un acantilado de 30 metros de altura. "Yo lo vi caer, no se si tropezó o si resbaló. Lo vi caer y al principio no vi dónde había caído y no sabía si estaba vivo o muerto", recuerda Elena Velázquez.

Una llamada de auxilio alertó de inmediato a los servicios de Emergencias, que movilizaron a varios efectivos de Bomberos del parque de Llanes. Cuando los rescatadores llegaron a Borizu el perro ya había sido arrastrado mar adentro por la corriente. Estaba a más de un kilómetro aproximadamente de la costa. El animal nadaba desesperadamente, intentando volver a tierra firma y no hundirse. Aguantó más de una hora y media en el agua, y con las gaviotas atacándolo y dándole picotazos.

Mientras tanto, en tierra, los miembros del equipo de rescate (cuatro bomberos, dos policías locales y dos guardias civiles), ante la imposibilidad de llegar hasta el animal nadando, empezaron a pensar en soluciones alternativas. Uno de los bomberos, Ismael Segovia explicó que practicaba desde hace años kayak de mar, así que con una piragua podría intentar llegar hasta "Vladi".

Con la ayuda de la Policía Local de Llanes acabaron consiguiendo una pala y una embarcación en un pueblo cercano e Ismael pudo acercarse al pequeño perro, que resistía a duras penas en la superficie. Las gaviotas, que seguían atacando al pobre y asustado animal, acabaron siendo de gran ayuda, ya que permitieron localizarle rápidamente. "Fue un milagro, creí que no volvería a verlo nunca porque entró en la clínica veterinaria más muerto que vivo", explica Elena Velázquez, pero para sorpresa de todos "Vladi" no solo aguantó con vida sino que se recuperó completamente en solo veinticuatro horas. Y con un único daño: un corte en el hocico. Tres días después del accidente "Vladi" ha vuelto a pasear por el barrio ovetense de La Florida ajeno a la atención mediática que ha generado estos días. "Está más tranquilo de lo que suele estar normalmente pero está bien, él quiere salir a la calle y quiere estar con otros perrinos, come muy bien y tiene más mimos que antes, que ya es decir", bromea Elena. "Tiene que estar agotado psicológicamente y dolorido pero no se queja nada", asevera. "Nos ha dado una lección porque no nos imaginábamos que con lo chiquitín y lo mimoso que es pudiera tener esa fortaleza y esas ganas de vivir. Él nos ha enseñado que nunca hay que rendirse y que los esfuerzos merecen la pena".

Ahora el "super perrín" de Llanes recupera poco a poco sus rutinas bajo la atenta mirada de su dueña. "Yo quiero destacar la labor del equipo humano que se encargó del rescate porque sin ellos no hubiera sido posible, Ismael nunca se rindió y se atrevió a meterse en el agua, nunca se lo agradeceré lo suficiente".