La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

javier blanco

Los años ochenta con todos sus "motivos" escénicos

La extraña convivencia de estilos en los tiempos del furor pop

Rick Astley es un superviviente de aquella ola ochentera que hoy en día resulta curiosa, tanto por la estética como por los "condimentos" sonoros. Sin embargo, hubo un momento de creatividad en aquel entonces en el que no había problemas para mezclar campos musicales. Así pues, Rick Astley consiguió subir al podio al mismo tiempo que genios como los "Simple Minds" o los nuevos románticos (nuevaoleros) tipo "Spandau Ballet", por citar ángulos divergentes. En fin, que pululaba de todo ya con el videoclip dando órdenes en el mercado. Un tiempo de raras convivencias en la música en el que apareció Rick Astley con "Never gonna give you up", que es el prototipo de canción que aúpa a un cantante durante décadas, como ocurrió tantas veces en el rock (por ejemplo, con "The Knack" y su "My Sharona" a finales de los setenta, pero que se extendió por los ochenta). Astley prosigue ahora con directos por todo el mundo, evocando aquellos tiempo de tupé, pantalones a la cintura, gabardinas, bailarinas y coristas al estilo Samantha Fox o así. Claro, el paso del tiempo ha hecho un gran revival de los ochenta. Y ni Rick Astley lleva ahora el tipo de "envoltorios" citados ni recorre el tipo de escenarios de entonces. Ése es su gran mérito. Aguantar el tirón en pleno siglo XXI. Y es que los ochenta son referencia "vintage" en ritmos, vestuarios, cine? Así pues, este concierto de Rick Astley en la carpa de La Ería es un espléndido viaje a aquellos tiempos de hombreras y chorreras. Eso sí, que no se le ocurra no cantar "Never gonna give you up" y "Together Forever". Son sus himnos obligatorios.

Compartir el artículo

stats