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Crítica / Música

Preciso y expresivo Mehta

La buena acogida ovetense al contratenor norteamericano

Con un programa, que viene rodado desde el Festival de Salzburgo del pasando año o, más recientemente, en Barcelona y Madrid, a base de cantatas profanas italianas y sacras luteranas, se presentó el contratenor norteamericano Bejun Mehta. Muy buena acogida por parte del público ha tenido en todas y cada una de sus intervenciones, desde "Siete rose rugiadose" y "Mi palpita il cor" de Haendel al inicio, donde empezó a mostrar su gran -con una dicción del texto impecable- expresión cantante; también en "Ich habe genung" BWV 82 de J. S. Bach, antes del descanso, a "dúo" con el oboe. Después del receso vendría lo mejor -con la voz a pleno rendimiento- ya con la bellísima cantata lamento "Ach dass ich wasser g'nug hätte zum weinen" de Johann Christoph Bach, que se amoldó muy bien a la personalidad vocal del cantante. En todo momento hizo alarde de un control preciso de su instrumento, de la gama dinámica -contenida-, y de una afinación impecable. Tal vez lo que mejor se adaptó a su forma de cantar, y esto al propio texto, fue "Pianti, sospiri e demandar mercede" de Vivaldi. La fúnebre "Schlage doch, gewünchte Studen" de Hoffmann, con su curioso acompañamiento de campanas -a cargo de la sensitiva oboista Xenia Löffler- propició una atmósfera especial, musicalmente amable, más allá de unos recitativos extraordinarios o unas agilidades en la coloratura naturalmente fluidas de Mehta. No fue menos en la última "I will magnify Thee" de su admirado Haendel del que, después de unos calurosos y prolongados aplausos, volvió en la propina "Yet can I hear that dulcet lay" de "The choice of Hercules", que viene a ser el "Gentle Morpheus, son of night" de "Alceste". A lo largo de los años Bejun Mehta ha ido puliendo su canto y dominando su instrumento, que destaca en el registro medio con unos agudos muy delicados pero discretos, en este aspecto lejos de los de los capones o castrados, hasta convertirse hoy en día en uno de los contratenores más destacados del panorama internacional. Impecable el bajo continuo, correcto y preciso el conjunto alemán globalmente, aunque poco brillante. En las obras instrumentales bien podría haber ofrecido mayor contraste respecto al carácter de las cantadas, y elegir composiciones de mayor lucimiento para el conjunto.

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