Crítica / Teatro

Macedonia de acentos

Humor negro y absurdo en torno al reparto de una herencia familiar

Eva Vallines

Eva Vallines

Después del éxito de "Un secreto a voces", el director Álvaro Carrero y Producciones La Cochera vuelven a Oviedo por San Mateo, en esta ocasión con una comedia familiar en torno al reparto de una herencia entre tres hermanos que se encuentran con un enigma por resolver y una hermana desconocida. Un trabajo de creación colectiva en el que la improvisación configura una puesta en escena caracterizada por los juegos de palabras, el humor negro y absurdo, las partituras de repeticiones y los gags clownescos de unos personajes excéntricos y borderline, pero con un punto entrañable y guasón, que se desgañitan en una frenética sucesión de guiños al público, a veces demasiado repetitivos. El reparto lo compone su equipo habitual de actores, que hacen un trabajo magnífico, tanto los hermanos frikis y mal avenidos Julio (Pablo Puyol), África (Noemí Ruiz) y Benigno (Miguel A. Martín), como su misteriosa hermana macedonia Blanca (Virginia Muñoz), que dobla como vecina cotilla e hiperactiva con mucha gracia. El marcado acento malagueño de todos ellos llega a resultar en ocasiones ininteligible, pero logra las risas de un auditorio entregado a los juegos de cambio de acento como recurso terapéutico por parte de algunos personajes. Tras varios giros rocambolescos, la trama finaliza con un mensaje edificante de amor fraterno y solidaridad desinteresada. En los aplausos el televisivo Pablo Puyol agradeció emocionado la buena acogida y el cariño que siempre reciben del público ovetense.

Suscríbete para seguir leyendo