La visita de García Lorca a Oviedo

Un recuerdo de la imborrable actuación teatral de La Barraca

Manuel Gutiérrez Claverol

Manuel Gutiérrez Claverol

Como es bien sabido, Federico García Lorca (Fuente Vaqueros, Granada, 1898-Granada, 1936) fue un poeta dramaturgo y prosista de gran influencia de la literatura española del siglo XX. Perteneció a la Generación del 27 desde su inauguración, con escritores de la talla de Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Dámaso Alonso, Vicente Aleixandre, Emilio Prados, Rafael Alberti y Luis Cernuda.

Federico García Lorca.

Federico García Lorca. / Manuel Gutiérrez Claverol

La llegada en 1933 del catedrático Fernando de los Ríos al Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes, supuso un impulso de la educación pública y se descentralizó la actividad cultural a través de diversas iniciativas itinerantes por centenares de pueblos, villas y ciudades de todo el territorio español. Entre ellas destacarían las "Misiones Pedagógicas" y el "Teatro del Pueblo" dirigido por Alejandro Casona y "La Barraca".

En abril de 1931, Federico García Lorca junto con el escritor guipuzcoano Eduardo Ugarte y Pagés, habían fundado el grupo de teatro universitario denominado "La Barraca" especializado en obras clásicas del Siglo de Oro, con autores consagrados como Miguel de Cervantes, Lope de Vega, Tirso de Molina y Pedro Calderón de la Barca. Con financiación ministerial se convirtió en un equipo melodramático y/o humorístico ambulante que recorrió España de cabo a rabo, formando parte del proyecto de Misiones Pedagógicas. Su primera función la realizó en la localidad soriana de Burgo de Osma en 1932 y la última en el Ateneo de Madrid cuatro años más tarde con la obra de Lope de Vega "El caballero de Olmedo".

Tras haber actuado en Grado y Avilés, por invitación del Ateneo Popular de Oviedo intervino, el domingo 4 de septiembre de 1932, en un tablado que se levantó en la plaza del Fontán, con originales decorados de Santiago Ontañón Fernández y Ramón Gaya. El elenco teatral –compuesto por 16 hombres y 4 mujeres–, con Federico García Lorca como director, actor y animador, fue recibido solemnemente por las autoridades académicas, encabezadas por el decano de la facultad de Derecho de la Universidad de Oviedo, Ramón Prieto Bances.

La actuación fue intensiva pues representaron nada menos que tres entremeses clásicos de la reconocida escuela cervantina: "La cueva de Salamanca", "Los dos habladores" y "La guarda cuidadosa".

Su estancia en Oviedo fue muy apretada, pues el acto escénico se completó con una ofrenda floral al monumento de Clarín, autor de La Regenta, con discursos de alabanza al novelista por excelencia del siglo XIX –aunque ahora parece yacer en el olvido–, siguió con una visita a la Catedral y a la Cámara Santa y una explicación in situ de los monumentos prerrománicos del Naranco a cargo del delegado de Bellas Artes Aurelio de Llano y del escultor Víctor Hevia Granda.

Ratifica y detalla lo expuesto nuestra estimada cronista oficial Carmen Ruiz-Tilve: "los integrantes del teatro universitario acompañados por el delegado de Bellas Artes, don Aurelio de Llano de la Roza de Ampudia y del escultor señor Hevia, hicieron una visita al Naranco, donde dichos señores les mostraron las alhajas artísticas de San Miguel de Lillo y Santa María del Naranco. A continuación, la directiva del Ateneo obsequió a los actores y directores de La Barraca con una comida típica de Asturias a base de la suculenta fabada y sidra y para postre canción asturiana a cargo de ‘Los Cuatro Ases’".

La Voz de Asturias de 6 de septiembre de 1932 publicó el siguiente texto acerca del convite en el restaurante Los Monumentos: "Al objeto de que la impresión indudablemente grata que llevan de Oviedo los viajeros fuese completa, no podían faltar las muestras del rico cancionero asturiano, y los encargados de cantar fueron los insustituibles Cuchichi, Botón, Miranda y Claverol, que oyeron tantas ovaciones como coplas cantaron, en conjunto y como solistas. Antonio Claverol dijo después unas “picardías asturianas” que hicieron las delicias de los forasteros y los indígenas. Al almuerzo, que consistió en la clásica fabada, asistieron las autoridades locales y provinciales".

Entrevistado García Lorca a propósito de su visita a Asturias, emitió las siguientes opiniones de agradecimiento (Región, 6 de septiembre de 1932):

"¿Qué impresión sacan de la visita a nuestra región?

Admirable, por muchos sentidos. El paisaje sobre todo es algo maravilloso, y las diversas tonalidades verdes de sus campos son algo único, imposible de transmitir al lienzo por los pinceles más exquisitos.

–¿Y de la visita a la Catedral?

También encantadísimos. Esa Cámara Santa es un verdadero museo, valiosísimo, sino por la cantidad por la calidad de lo que ella guarda. Un verdadero tesoro de un triple valor religioso, histórico y artístico. Otra cosa notable es la plaza donde levantamos el escenario. Un verdadero marco donde Cervantes estaría en su propio ambiente".

Para celebrar el 50 aniversario del insigne paso por Asturias de "La Barraca", la asociación cultural Tribuna Ciudadana colocó hace ya la friolera de 41 años una placa conmemorativa en la plaza del Fontán que, desapareció de manera sorpresiva, sin que nadie se tomara la molestia de reponerla a pesar de su significado simbólico.

¡Mucho nos queda por aprender y cuán lejos estamos de alcanzar la excelencia democrática y de respetar nuestra historia carbayona! Recordemos una frase de nuestro ínclito personaje: "¡Qué trabajo nos cuesta traspasar los umbrales de todas las puertas!".

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