Opinión | Paraiso capital

"Golpe a Golpe", la historia que se cuenta sola

Sara Montoya, boxeadora que superó prejuicios de género y raciales, protagoniza la última película de Barrachina, que se puede ver estos días en Oviedo

El escritor y cineasta Emilio Ruiz Barrachina, que en 2021 conquistó el New York City International Film Festival con su película "Tristesse", descubrió a Sara Montoya viendo un telediario e inmediatamente supo que sería el eje central de la siguiente historia que quería filmar. Porque la vida de Montoya tiene tantas caras, tantos matices de superación e individualidad, es tan singular que, sencillamente, lo supo. Su película era ella.

"Golpe a Golpe", la historia que se cuenta sola

"Golpe a Golpe", la historia que se cuenta sola / Gonzalo García-Conde

El resultado de esa intuición es "Golpe a Golpe", el largometraje que estrenó el pasado viernes en la Sala Brooklyn de los Cines Embajadores Foncalada. Un filme que habla de género, de raza, de boxeo, de mafia. La vida de una mujer gitana que se enfrenta a los prejuicios para perseguir su pasión por un deporte considerado sólo para hombres, donde dinero y apuestas enturbian el ambiente y, además, siendo parte de una etnia que no ve con buenos ojos que las mujeres se expongan en determinados ambientes.

Antes de comenzar la proyección, Barrachina agradeció al público su asistencia y destacó los éxitos personales de Montoya por encima de los deportivos. "Golpe a Golpe", dijo, no es una película de boxeo, sino una metáfora sobre la vida. Estuvo acompañado por la propia Sara Montoya, que se interpreta a sí misma en la película, y por las actrices Graciela Mier y Yolanda Pardo. Mier, además presidenta de la Academia del Cine Asturiano, resaltó que esta producción es cien por cien local, artística y técnicamente hablando, y reclamó más películas de nuestra tierra porque "Asturias tiene muchas historias que contar". Por su parte, Yolanda Pardo, artista novel, compañera de gimnasio y aventuras de Montoya, incidió en la veracidad de la historia que narra la cinta.

"Golpe a Golpe" resulta ser una película distinta. Quizá podríamos llamarlo una docu-peli, como aventuró Pardo con mucha gracia, o como largometraje de no ficción. Barrachina escogió a la propia Sara Montoya y reclutó a sus padres, hermanos, sobrinos, tío y entrenador para interpretarse a sí mismos. Filmó en el mismo barrio donde creció Sara, en su propia casa. Todos esos ingredientes son literales. Barrachina deja que todo eso fluya con naturalidad porque es una historia que se cuenta sola. No busca corregir lo que podrían considerarse defectos. No maquilla los vicios del diálogo ni se preocupa por que los interpretes (excepto Mier y Miguelo García, en un papel que le va como anillo al dedo) no sean profesionales. Utiliza todo eso, su experiencia en el cine documental, así como el hecho innegable de que se trate de una película de bajo presupuesto, como parte del discurso narrativo. Pero demuestra su altura como cineasta maridando todo con unos planos bellísimos de exteriores: una combinación de ambientes urbanitas, naturaleza exuberante, patrimonio monumental y colonias de viviendas que, si se tratase de una película de cine mudo, ya podrían considerarse en sí mismos una historia sobre Asturias. La banda sonora, música urbana de "Jonhako", "La Secta" y "Hora Zulú", redondea una historia marginal sobre cómo perseguir los sueños incluso cuando todo se pone en contra. Pero que también es, por qué no, una historia sobre la mujer en la sociedad actual, sobre la etnia gitana en estos tiempos y sobre boxeo, un género cinematográfico fascinante.

"Golpe a Golpe", que, en toda su sencillez presupuestaria ha sido seleccionada para participar en los festivales internacionales de Nueva York y Chicago, permanecerá en cartelera de los Embajadores Foncalada, al menos, hasta el próximo jueves 30 de mayo. Si el público lo exige, quizá se prolongue la residencia.

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