Graduada en Comercio y Marketing bilingüe por la Universidad de Oviedo y Budapest Business School, su media de 9,087 la ha llevado a recoger, ayer, el premio “Valentín Escolar”, que patrocina Caja Rural de Asturias. Y es que esta carrera estaba hecha para la ovetense Clara Rodríguez, de 22 años. “Me gustaría decir que fue por vocación, pero la verdad es que mi decisión de estudiar Comercio y Marketing define a la perfección mi personalidad. Si todos los días descubro algo nuevo de mí y me voy ‘conociendo’ y ‘construyendo’ poco a poco, con la carrera me pasó igual”, cuenta. Y es que, en un principio, su formación iba a ir por otro camino. “Estudiando el bachiller técnico con la idea de ser ingeniera o física, en mitad de curso me di cuenta de que me interesaban más los temas de fotografía y redes sociales, campañas de publicidad, marca, y en general aquellos en los que pudiese explotar mi creatividad. Una vez dentro el comercio internacional e internacionalización de la empresa captó todo mi interés y es hacia donde quiero enfocar mi carrera profesional, pero nunca se puede cerrar del todo ninguna puerta en estos años de constante cambio”, cuenta.

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Premios Santa Catalina y Santo Tomás 2021 de la Universidad de Oviedo

Actualmente cursa el Máster en Internacionalización Económica: Gestión del Comercio Internacional en la Universidad de Valencia, localidad donde reside. A lo largo de la carrera siguió complementando su formación con el estudio de idiomas, “pues hoy en día son la base de cualquier perfil profesional cualificado”, afirma, así como con cursos complementarios que le permitían ampliar los conocimientos en temas de actualidad que no se profundizaban en la carrera y que despertaban su interés. “Además, sobre todo este último año, he estado más activa buscando aquellos programas que pudiesen darme otros enfoques y acercarme a lo que es el mercado laboral como prácticas extracurriculares, mentorings, networkings”, destaca la ovetense, quien opina que “a veces pecamos de no creer lo suficiente en nosotros mismos. Después de todo el esfuerzo realizado, supone no un punto final sino una nueva motivación e impulso para seguir en este camino y continuar formándome en un campo del que realmente disfruto”.