La cuesta de enero es más acentuada en el caso oviedista. La perspectiva a comienzos de año era que el rendimiento de los azules en el primer mes de 2016 serviría para calibrar las opciones reales por el ascenso. Hasta entonces, los de Egea habían mostrado una versión atractiva aunque algo ingenua al principio que había ido haciéndose adulta con el paso de la competición. Pero quedaban los exámenes más exigentes. Enero, con cinco pruebas de altura sería el mes que situaría al Oviedo en su lugar. A falta del test final, el del Alavés, los azules salen reforzados del momento más complicado en el calendario.
La lectura más inmediata es que a los de Egea se les ha olvidado perder. Después de caer en Córdoba a finales de noviembre, el Oviedo ha dado un paso adelante a nivel competitivo y sabe sacar petróleo de cualquier circunstancia. También de aquellas en las que el equipo no muestra su mejor cara.
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Enero ha dejado diferentes versiones del Oviedo pero con un punto en común, el equipo no se detiene. El año se inició en Leganés, única plaza de Segunda que aún no ha presenciado una victoria visitante. Los de Egea fueron por detrás en el marcador la mayor parte del encuentro pero mantuvieron la fe. Con la versión más ofensiva que se recuerda sobre el campo el premio del empate llegó en una de las últimas acciones del choque.
El punto supo a victoria por las circunstancias del partido y la imagen mostrada. El Oviedo fue en Butarque valiente y atrevido con la pelota. Las buenas sensaciones se refrendaron además la semana siguiente en un partido algo trabado. Los azules se impusieron 1-0 al Zaragoza, gracias al olfato de Toché. El acierto del nueve se sumó a una gran versión defensiva: los maños no inquietaron a Esteban.
El reto aumentaba el nivel tras la visita del Zaragoza. Viajar a El Sadar y en Anxo Carro no suena a tarea sencilla. El saldo ha sido de solo dos puntos pero sirve como apoyo para mantener el pulso en la tabla. En los dos encuentros se vio una versión algo más cohibida de los azules, superados en determinados momentos por sus rivales. Aquí es donde nace otra lectura positiva de las últimas semanas, la capacidad del equipo de sumar también en las peores tardes. En Pamplona el equipo no tiró a puerta y en Lugo fue desbordado tras el espectacular inicio. Los dos puntos permiten alargar la racha y evitar que rivales directos recorten distancias en la tabla. El ascenso está a solo dos puntos.
