Rocha se sube al barco

El centro del campo tiene hasta ahora los roles perfectamente asignados desde el comienzo de temporada. Erice y Torró son los indiscutibles para Hierro, titulares en los cuatro encuentros ligueros. A Edu Bedia le corresponde el papel de revulsivo, el que sale en las segundas partes cuando hay que aportar algo diferente. Jonathan Vila, por su parte, es el que tiene un papel más residual y solo ha encontrado protagonismo en la Copa. La ecuación no ha variado en el primer mes de competición pero aún quedaba un último elemento por entrar en juego. David Rocha ya ha superado la lesión que le ha impedido debutar en partido oficial con el Oviedo y desde el lunes se entrena a pleno rendimiento con sus compañeros. "Tengo unas ganas enormes de sumar", asegura desde la sala de prensa después de haber completado la sesión en El Requexón bajo la lluvia.

Incorporado el paso verano desde la MLS de Estados Unidos, el pivote se había hecho un hueco en el fútbol nacional a base de trabajo y esfuerzo. Es Rocha un centrocampista forjado en Segunda B que encontró su sitio en Segunda comandando a un atrevido Nàstic. Eso fue antes de que la oferta americana le hiciera coger las maletas para una experiencia en los Houston Dynamo que no salió en la vertiente deportiva todo lo bien que él esperaba: solo cuatro partidos jugados.

El regreso a España está llamado a relanzar su carrera y con un mes de retraso por una inoportuna rotura de fibras ve llegar su momento. "Los que están jugando lo están haciendo bien pero espero que llegue mi momento, si es lo antes posible mejor", indica.

En su periplo por la grada, a Rocha le ha tocado analizar a sus nuevos compañeros desde fuera. El extremeño ha sacado varias conclusiones positivas: "Esta categoría te exige mucho y a todos los equipos les cuesta ganar. Creo que, salvo el día de Mallorca, hemos estado bien en todos los partidos, Ante el Mirandés, por ejemplo, merecimos ganar". E incide en su análisis: "Veo al equipo más sólido que el primer día, más compacto. En cuanto llegue el acierto nos costará menos sacar los partidos. Y llegará, porque tenemos pólvora arriba". La base, según Rocha, es firme. "Es fundamental ser ordenados, saber a lo que jugamos. Concedemos poco y eso es fundamental, es la base".

También ha podido analizar en la distancia lo que significa jugar en el Tartiere, aunque en este caso también tiene la experiencia como rival. "La afición del Oviedo exige pero nosotros no somos conformistas. Yo he vivido lo que significa el Tartiere en contra cuando juegas como visitante y es muy complicado. Cuando equipo y afición van de la mano es todo más fácil pero nosotros somos los primeros que tenemos que hacer que haya esa comunión. Si les damos, vendrán a muerte con nosotros", señala.