La jornada festiva fue aprovechada por decenas de aficionados para seguir el entrenamiento del Oviedo en El Requexón. Los de Hierro trabajaron en una larga sesión de puertas abiertas con la vista puesta en el duelo del domingo (20.00 horas) en La Romareda. Para el vestuario, el encuentro es clave para olvidar los dos últimos sonoros tropiezos a domicilio: 4-0 en Huesca y 5-1 en Alcorcón.

De cara a la cita, Hierro podrá usar su defensa de gala. Héctor Verdés y Christian Fernández, que no participaron en la sesión de ayer, se entrenaron con el grupo y están a disposición del entrenador para viajar a La Romareda. La única ausencia del entrenamiento fue Edu Bedia, que después de dos semanas al margen está descartado para el choque del domingo.

Al término de la sesión, los futbolistas de la primera plantilla se acercaron a los aficionados presentes en El Requexón para firmar autógrafos y posar con ellos en las fotos. El equipo se entrena mañana a puerta cerrada en El Requexón.