Fernando Hierro era la cabeza de cartel, el líder de la banda, pero la puesta en escena reveló que no se trataba de un trabajo individual. Que todos los componentes son necesarios para que la melodía suene como debe. Junto al entrenador del Oviedo se subieron al estrado Julián Calero, segundo entrenador; Roberto Ovejero, preparador físico; y Sergio Segura, entrenador de porteros. El cuerpo técnico al completo que tiene como misión dejar al Oviedo en Primera División. O al menos luchar para lograrlo hasta el último momento. El escenario fue el Real Club de Tenis de Oviedo y por la amplia convocatoria puede hablarse de éxito rotundo: 60 personas siguieron la amena charla.

Hierro fue el primero en tomar la palabra. Bajo el título "Una experiencia de trabajo, una experiencia de la vida", el malagueño desglosó algunas claves que sigue en el día a día para llevar con rectitud un grupo tan numeroso, y heterogéneo, de trabajo. Hierro, que citó a Del Bosque como ejemplo personal y profesional, expuso que "el entrenador, al relacionarse con 50 personas, tiene que ser un gestor de grupos". Ahí está la primera labor del técnico en el día a día. Y el malagueño aboga por un liderazgo compartido con su grupo de trabajo.

Pero Oviedo es una plaza especial, un lugar que no deje indiferente a nadie, con un seguimiento exagerado, para lo bueno y para lo malo, del equipo. "El entrenador tiene 150.000 entrenadores", explicó en referencia a los debates que se suscitan en torno del equipo, con Twitter como ejemplo (el club azul cuenta con 166.000 seguidores en la red social). "La grandeza de un entrenador es saber separar la vida personal de la profesional", continuó el malagueño su charla; "no se puede trasladar a la esfera personal lo que te sucede como entrenador".

Julián Calero fue el siguiente en intervenir. El ayudante explicó a los presentes que "ser entrenador es más complejo de lo que puede parecer. El técnico moderno tiene mucho trabajo". Calero reveló que tienen un modelo para aplicar al Oviedo y que el modelo de juego es "una idea que se tiene sobre el fútbol para que tu equipo sea reconocible". La del segundo entrenador fue la charla más técnica de las escuchadas ayer, incidiendo en asuntos como el balón parado, el repliegue, las fases ofensiva y defensiva? "El entrenamiento debe ser igual que el partido: intenso, competitivo, dinámico, con alegría? El fútbol ha evolucionado y te exige ser muy profesional", aseveró.

Ovejero tomó después el testigo, en una charla corta e intensa. Precisamente, el preparador físico subrayó la importancia de la "intensidad" en el trabajo diario. "El éxito del entrenamiento está en la velocidad del balón", comentó. "Media hora previa en el gimnasio hace que el jugador esté más fuerte", agregó.

El último en intervenir fue Segura, con una intervención centrada en los guardametas. "Buscamos la confianza plena con los porteros, diciendo lo que hacen bien y mal", señaló.

Tras someterse a las dudas de los presentes, a los que Hierro contestó con sinceridad, se dio por cerrado un acto que sirvió para reforzar la idea colectiva del trabajo que mantiene el malagueño desde su llegada a Oviedo el pasado verano. Para Hierro, todo es más sencillo cuando se hace en equipo.