Si la cesión de David Costas fue un éxito la de Óscar Gil no se puede calificar de otra manera que de fracaso. Nada le ha salido bien al jugador navarro en Oviedo. Un futbolista que debía haber sido importante esta temporada en el equipo azul y que fue decayendo hasta perder por completo la confianza de Fernando Hierro. El canterano del Athletic terminó saliendo hasta de las convocatorias del equipo azul y pasó a ocupar un anonimato inesperado a su llegada.

Óscar Gil acaba contrato con el Athletic el 30 de este mes y su pobre temporada en el Oviedo le ha dejado en una mala situación para negociar con los vizcaínos. Y eso que el entrenador del primer equipo, Ziganda, es precisamente el que le dio la oportunidad de debutar con el Bilbao Athletic cuando tenía tan solo 18 años. Y es que, a pesar de su mal año, Óscar Gil estaba considerada como una de las grandes joyas de Lezama. Un central, que podía jugar también de pivote defensivo, llamado a subir al primer equipo en un futuro no muy lejano.

Tanto es así que en el pasado verano, cuando se terminó por decidir su cesión al Oviedo, Valverde mantenía la opción de quedárselo para el primer equipo, aunque finalmente se decidió por la otra perla de la cantera, Yeray, que ha cuajado una temporada espectacular en Primera División. Y es que Yeray y Oscar Gil formaron durante muchos años una solvente pareja de centrales en el filial del Athletic.

Se suela decir que lo que mal empieza mal acaba. Y el caso de Óscar Gil así lo corrobora. En la primera fase de la temporada fue titular y acumuló errores graves que costaron puntos al Oviedo y que le llevaron a ser señalado por la afición azul. Una situación que le llevó a ir perdiendo confianza y a que las cosas no dejaran de empeorar. La derrota por 4-0 ante el Huesca, en la que fue expulsado por una doble amarilla, fue una de sus últimas ocasiones con la camiseta azul. Su último partido de titular con la camiseta del Oviedo lo disputó en la 19ª. jornada, con derrota por 1-2 en el Tartiere ante el Córdoba.

Desde ese momento ya solo jugó un minuto más con el Oviedo en la jornada 28ª. Salió al campo en el minuto 89 en un partido que los azules ganaban 2-1 al Cádiz con el único objeto de conservar el resultado y de que pasaran los minutos. Desde entonces solo le quedó esperar el final de una temporada aciaga.