Aarón Ñíguez recibió ayer en El Requexón la distinción al mejor jugador de octubre del Oviedo, un premio con un sabor dulce ya que es decidida por los aficionados. "Cuando alguien está feliz se nota en el campo. Es una suerte tener la confianza de Anquela. Ojalá pueda seguir ayudando al equipo como hasta ahora", señaló el extremo tras recibir el trofeo.

El ilicitano insistió en el papel de Anquela como responsable de la reacción del equipo en las últimas semanas. "Estoy bien en lo personal, haciendo goles, y la situación del equipo siempre ayuda. Anquela no nos deja bajar los brazos. Es él el que en los momentos complicados nos reúne y consigue que saquemos fuerzas", comenta Aarón Ñíguez, que prefiere ponerle freno a la euforia: "Es normal que la gente se ilusione con los últimos resultados pero yo lo tengo claro: solo pienso en el Valladolid y en lograr los tres puntos allí".

Centrados en el choque del sábado, el extremo dice saber la clave para regresar de Zorrilla con una sonrisa: "Somos dos equipos alegres en ataque. Nosotros tenemos que ir con las ideas claras a Pucela. Sabemos dónde podemos hacerles daño, en qué somos fuertes".