El ánimo no decae: la afición azul abandona el Tartiere indignada con el arbitraje, pero mantiene la esperanza

Al mal tiempo, buena cara. A las polémicas arbitrales, no tanta, aunque el ánimo no decae. El arbitraje sufrido ayer por en el Oviedo en el Tartiere indignó a la afición azul. El oviedismo se fue para casa mosqueado con el árbitro y la derrota ante el Tenerife (0-1), pero sin perder la esperanza de luchar por el ascenso.

La lluvia dio una tregua antes del comienzo del partido ante los canarios. Sin embargo, el cielo no se tornó del color del conjunto carbayón en ningún momento del día. El mal tiempo suele ser un aliciente para quedarse en casa y ver el fútbol desde el sofá. Pero el oviedismo sabe a lo que se enfrenta: una recta final trepidante de la Segunda División española, con más de diez equipos metidos en la pelea por el ascenso y con ninguno encadenando buenos resultados.

El Oviedo encaraba una jornada en la que sus competidores habían sumado, como mucho, un punto. Oportunidad de oro para los carbayones, y eso, la afición, lo sabía.

Alejo Serrano y Enzo Serrano, padre e hijo respectivamente, hacían cola pacientes resguardándose de la lluvia en los bajos del Tartiere para entrar al partido. "Va a ganar el Oviedo por mucho. Pero por 2-0 nos vale. Meterá Bastón cuando salga y ascenderemos seguro", deseaba el pequeño Enzo. A su lado, Jennifer Losada, Tiago Castro y Mario Castro. El joven Tiago no sabe qué jugador es su favorito porque tiene cuatro años, como bien señalaba con los dedos. "Soy del Oviedo, el año que viene jugaremos en Primera". No lo dijo él, claro, pero asentía cuando se lo preguntaba su madre.

"Llevo viviendo en Oviedo diez años por trabajo. Me encanta esta tierra, pero tengo que ir con el Tenerife. Es el equipo de mi ciudad natal y al que he apoyado siempre", explicaba Daniel Rodríguez, tinerfeño residente en Oviedo y con dos hijos asturianos.

Ana Arias y José Antonio Rodríguez, tíos de Daniel, ya habían estado varias veces de visita en Asturias. Estaba orbayando y ellos lo agradecían. "No os hacéis una idea los que vivís aquí lo que se agradece esto de vez en cuando", aseguraban. Con ellos, Marvin Dixon y Gordon Dan, un matrimonio inglés afincado en la isla desde hace años y muy hinchas del Tenerife. "Venimos a apoyar al equipo de la isla que nos ha acogido tan bien", explicaban.

Lastimosamente, los 19.875 espectadores que asistieron al encuentro no pudieron ver a los suyos ganar. Eso sí, fue un partido entretenido, con polémicas arbitrales incluidas. Aun así, nada más terminar el partido, el ánimo no decayó y todo el estadio aplaudió a los suyos. Los resultados de los rivales directos de los azules hacen que el Oviedo esté prácticamente en la misma situación que en la que estaba antes del pitido inicial. Así que, partido a partido. Quedan cinco.

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