Es el protagonista indiscutible de la semana azul. El delantero del Oviedo Ibrahima Baldé, clave con su actuación en la victoria de los azules ante Osasuna (2-1), la segunda de la temporada en el Tartiere, es el centro de todos los focos. Su actuación, de hecho, le da otra vuelta de tuerca más al debate del sistema de juego del Oviedo, ya que la plantilla, por perfil de jugadores (tres puntas, Joselu, Ibra y Toché, ahora lesionado este último) también podría acoplarse a un sistema de dos delanteros, un dibujo que el entrenador del Oviedo, Juan Antonio Anquela, utilizó el año pasado dos veces de inicio en el Tartiere (ante el Rayo, 2-3; y ante el Reus, 3-0).

Ibrahima se lo intenta poner difícil al jienense y el delantero es consciente de que el del pasado sábado ante Osasuna, para él, no fue un partido más. "Un punto de inflexión en lo anímico", reflexionan sus allegados. Los 34 minutos que jugó ante los navarros, además, suponen la mayor participación de Ibra en Liga hasta el momento, donde aún no ha sido titular (sólo lo ha sido en la eliminación en Copa ante el Mallorca, cuando completó 76 minutos ). La actuación de Ibra, sobre todo con su espíritu de lucha ante un resultado adverso, no paso desapercibida para el Tartiere, que lo ovacionó en varios momentos del juego y tampoco para el entrenador del Oviedo, Juan Antonio Anquela. El técnico admitió públicamente después del partido la importancia de la salida de Ibra y, tras el choque, ya en privado, le felicitó por su actitud y le animó a seguir trabajando para tener más minutos. Y es que Ibra, un jugador del que las personas que le tratan destacan su ambición competitiva (fue de los futbolistas más afectados por la derrota en el Wanda ante el Majadahonda, 1-0), aspira a asentarse como titular, algo que, a sus 29 años, se le ha resistido en las últimas temporadas. En competición regular el dato abruma: Ibra lleva más de un año sin ser titular, la última vez fue el 21 de octubre del año pasado, con el Cluj rumano (0-1 al Viitorul). Ibra, esa temporada, la 2017/2018, solo fue titular en tres jornadas de los 13 partidos que disputó en total.

Y es que buena parte de la carrera del senegalés (el 40%), ha sido desde el banquillo, adoptando muchas veces el papel de agitador. Como profesional ha jugado 118 partidos de titular y 80 de suplente. Recientemente, entes de probar suerte en Rumanía, en su periplo en el Reims francés, la campaña 2016/2017, disputó un total 21 partidos, en los que nueve de ellos fue suplente. Ibrahima, esa temporada, anotó dos goles.

Antes había estado en el Kuban ruso cuatro temporadas, desde 2012 a 2016. Allí jugaría 82 partidos, suplente en 24 de ellos, con un balance total de 24 goles. En Osasuna, su experiencia anterior en España, fichado por Ángel Martín González, actual secretario técnico del Oviedo, la proporción de titularidades y suplencias es de 13 y 9 respectivamente; y en el Numancia, en Segunda, de 14 y 4. En el Atlético, en Primera, jugó 18 partidos (13 de ellos desde la grada). Ahora Ibra busca mayor continuidad en Oviedo, donde recaló tras hacer un gran esfuerzo económico y desechar mejores ofertas.